¡Hola! Hoy os vengo a contar un cuento de amor
Hace mucho, mucho tiempo, en una bonita ciudad llamada Granada dónde el misterio y la pasión van de la mano se conocieron dos jóvenes. Él de pelo negro y grandes ojos; ella castaña y de ojos azules.
Aunque vivían en la misma ciudad, nunca antes se habían visto.
Se conocieron a través de un amigo en común, pero según confesó el apuesto joven más tarde, ya le había echado el ojo. La veía pasar cada día con su mochila a cuestas y pensó que tenía que ser una chica interesante. Más tarde lo descubriría.
Comenzaron siendo amigos, aunque algo especial los unía.
Cada día, esa amistad era más profunda, no podían vivir el uno sin el otro. Todos los de su alrededor decían que estaban enamorados, aunque ellos mismo aún no lo habían descubierto.
Lo primero y lo último que hacían cada día era hablar por aquello que llaman móvil. Siempre en su mente el sentimiento de que más tarde se verían. ¿Entonces eso era amor? Resultó ser que verdadero.
Un día como otro cualquiera, el apuesto joven decidió hablar con ella acerca de sus sentimientos. Qué sorpresa, ella sentía lo mismo por él. Y ahí comenzó ésta historia de amor tan profunda y verdadera como la del sol y la luna.
Y así pasaron los años hasta que después de trece años de amor decidieron casarse y ella conoció a un grupo de chicas y chicos con las misma inquietudes, LA BODA.
En honor a San Jordi esta historia ha sido contada cuál cuento del medievo.
Jejejejeje, hay que tomarse la vida con humor y aquí va mi aportación. Espero que les haya gustado. Pronto en cines...
jjajajajaja