Nuestra pedida fue poco convencional.
El sábado 29 de junio nuestro equipo de fútbol, la SD Ponferradina, jugaba su último partido de la liga de ascenso a la conocida como Segunda División (ahora liga smartbank) y si ganaba, conseguía el ascenso tras una mala racha en segunda B.
Yo estuve trabajando todo el día y no pude ir al partido, pero en cuanto supe que habían ganado, me preparé para hacerle la pedida en la fuente de Lazúrtegui (donde se celebran los logros de la ponferradina). Fuimos a la celebración, esperé a que los jugadores hicieran su ronda, cuando se fueron a cenar, allí, en el bordillo de la fuente, hinqué rodilla y se lo pedí. Él no se esperaba nada y fue un momento digno de ver.
Dijo que SÍ y ahí comenzó la aventura de organizar una boda; laboriosa, pero preciosa.
Pedida
Prometidos