Pues hará un año que un día reuní a mis amigos, estábamos celebrando el cumpleaños de alguien, todos fueron mis cómplices. Había preparado un vídeo de los dos con fotos nuestras y le había comprado la varita más poderosa de todas, la de sáuco. Ya en el vídeo él empezó a llorar y cuando al acabar me arrodillé abriendo la caja de la varita y le pregunté si quería ser mi PARA SIEMPRE no pudimos por menos que echarnos a llorar. No tengo foto del momento, tengo vídeo pero de una calidad un poco extraña porque con los nervios no pudimos prepararlo bien. Se lo volvería a preguntar una y mil veces.
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