Fue una noche que salimos a cenar a un restaurante nuevo, al no haber reservado no pudimos entrar y mientras pedimos la comida para llevar me lo pidio fuera del restaurante titubeando un poco. Hay que decir que una se huele algo cuando ve que su novio se viste bien, algo más elegante para ir a cenar. Me lo pasé bastente bien y a pesar de no haber podido cenar dentro fue una velada muy bonita que pasamos en casa cenando muy rico entre risas. Cuando subí a nuestra habitación me encontré que había un ramo de flores en la habitación con una tarjeta suya, allí ya no aguanté las lágrimas. Yyyy, ésa es nuestra pedida.
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