Hace 23 días que me casé, parece mentira que el tiempo pase tan rápido. Con nuestro viaje de luna de miel ya realizado y de vuelta a casa, tengo pendiente hacer la crónica de mi boda, pero antes quería dedicar unas palabras a nuestro fotógrafo, Javier Berenguer.
Cuando nos pusimos a buscar en su momento un fotógrafo que nos hiciera las fotos de boda, dudamos bastante al estar perdidos en este mundillo, teníamos claro que no queríamos fotos convencionales y posadas, pues no es nuestro estilo y además yo soy un poco anti-fotos. Visitamos algunos profesionales, que si bien nos gustaron, no terminaron de convencernos, hasta que encontramos la página web de Javier Berenguer y vimos parte de su trabajo como fotógrafo de bodas. Alucinamos y concertamos una cita con él. En persona nos pareció aún mejor, cercano, simpático e irónico, para nada nos sentimos como profesional y cliente, sino como unos amigos que se encuentran y que hablan sobre el trabajo que quieren hacer en común.
Finalmente, después del trato, de ver más a fondo su trabajo y de un precio realmente ajustado, nos decantamos por contratar a Javier como nuestro fotógrafo para un día tan importante. La fecha de nuestra boda era el 28 de junio y todo iba bien hasta que una semana antes mi abuela falleció. Os podéis imaginar que fue un palo para toda la familia y a mí las ganas de boda se me quitaron rápidamente, me sentía incapaz de celebrarla con la pérdida de mi abuela tan reciente. Con tan poco margen de tiempo, avisamos a todos los profesionales y tuvimos la inmensa suerte de que ninguno de ellos nos puso ningún problema o pega, pudiéndola aplazar para el 13 de septiembre.
En el caso concreto de Javier, el pobre tuvo que hacer malabares para ajustarse a la nueva fecha, pues ya tenía otra boda ese día por la tarde. Por suerte, pudimos ajustar la fecha para celebrar una boda de mañana y Javier insitió que quería hacernos él las fotos en nuestra casa y durante la ceremonia personalmente, aunque eso supusiera ir corriendo a la otra boda. Todo esto sin cobrarnos nada extra del precio establecido inicialmente, teniendo en cuenta que el 28 de junio fue un día de trabajo perdido para él.
El día llegó y Javier y su equipo aparecieron a la hora convenida en casa de mi novio primero y en el hotel donde yo me vestí después, Javier vino junto con su compañero que después se quedaría durante toda la boda y al que quiero agradecer también su implicación y simpatía en todo momento; y tambien junto a la chica que nos hizo el vídeo.
Por cierto, el vídeo lo contratamos a última hora, pocas semanas antes de la primera fecha prevista viendo los resultados tan bonitos de otros que Javier tenía en su página, y tampoco puso ninguna pega al no haberlo contratado desde el primer momento.
La boda fue una maravilla gracias en gran parte a los buenos profesionales de los que nos rodeamos, todo ello quedará inmortalizado en las fotos de Javier y su equipo. Os dejo un enlace para que podáis ver una muestra de lo que fue ese día:
https://www.javierberenguer.es/fotos-y-fotografos-de-boda-en-finca-fideguet-alicante/
Si estáis buscando un fotógrafo diferente, que de un toque personal a vuestra boda, que sepa captar los momentos especiales y los que pasan desapercibidos pero que os gustaría recordar, sin duda os recomiendo a Javier Berenguer.
¡Gracias Javi por todo!