Hola chicas,
Estoy en una situación complicada y necesito vuestra opinión.
Hace poco terminé una relación de 7 años con Joan, a quien amaba mucho y con quien pensaba casarme. Estábamos muy bien juntos, pero él se enamoró de otra mujer, lo que me rompió el corazón. Uno de los motivos fue que ella estaba más emocionada por tener hijos, algo sobre lo que yo tenía dudas en ese momento, aunque ahora lo veo de manera diferente.
Durante ese proceso, mi mejor amigo Alex estuvo a mi lado apoyándome. Con el tiempo, surgió algo entre nosotros. Alex es increíble: me ha cuidado, es atento, romántico, y siempre está ahí para mí. Sin embargo, a pesar de que sé que es un chico maravilloso, no siento que esté realmente enamorada de él, y eso me hace sentir culpable.
Ahora estoy conociendo a Pau, un chico más joven que es muy tímido y vergonzoso, pero también muy sensible y con un corazón enorme. Aunque al principio pensé que sería solo un lío pasajero, me he dado cuenta de que es una persona realmente especial. Sin embargo, me hace dudar su falta de madurez en ciertos aspectos, como su falta de interés en cosas que para mí son importantes, como la lectura o el desarrollo personal. A pesar de esto, tiene muchas cualidades que admiro, como su responsabilidad en el trabajo y su pasión por el zumba, donde también es entrenador.
Lo que me preocupa es si lo que me pasa es que soy avariciosa o si simplemente no sé valorar lo que tengo. Estoy en una edad en la que empiezo a pensar más en el futuro, en tener hijos, en encontrar a alguien con estabilidad y madurez. No sé si estoy siendo egoísta al pensar así o si es normal ser más selectiva a los 30 años.
Además, llevo 10 años sin estar en el “mercado del ligoteo”, y pensaba que nunca tendría que volver a pasar por esto. Todo es súper nuevo para mí: conocer gente, sentir estos sentimientos... Me siento como una novata, y creo que he cometido algunos errores por falta de experiencia. Me he sentido fatal destrozando corazones, y es algo que no quiero volver a hacer. Si tuviera 25 años, no dudaría en estar con uno de estos dos, pero ahora es como un momento súper selectivo. El ideal sería de unos 33 años, maduro, culto, deportista, que se cuide, con un buen trabajo, cariñoso y entregado.
Chicas, ¿qué haríais vosotras en mi lugar? ¿Estoy siendo demasiado exigente o es normal querer más? Agradezco mucho cualquier consejo.