Me ha salido más A que B, pero no por mucho más, solo por dos puntos.
De todos los momentos románticos vividos, escapadas, aventuras, citas, me quedo con este. Mi momento romántico fue cuando en nuestra primera cita ya estando juntos, me llevó a cenar. Me dijo que me pusiera algo elegante así que los dos íbamos de gala, vestido largo y traje. No me dijo donde me llevaba, simplemente cogimos el coche y condujo hasta lo que yo pensaba que era el culo del mundo… pues sí, allí. Cuando llegamos me encontré con un restaurante de lujo, un restaurante de degustación. Era un espacio precioso, todo iluminado como las películas románticas. Me cogió del brazo y entramos. Allí nos trataron como reyes. Apenas había nadie y nos sentaron en un rincón para que estuviéramos tranquilos. Con música ambiental chill-out.
Uno de los camareros, vestido de punta en blanco, nos detalló lo que sería el menú degustación y nos ofreció bebida. Poco a poco fueron entrando los platos, uno a uno, el mismo camarero nos detallaba lo que era y de qué estaba hecho. Espectacular cada plato, con cada detalle... Fue una noche mágica que nunca recordaré, sobretodo porque al levantar la cabeza, él estaba sentado delante de mí, mirándome con su sonrisa. La quiero con locura y por eso me caso con él.