Bueno como os prometí, voy a contaros nuestra luna de miel en Bali.
A nuestro viaje fuimos con nuestro hijo de 2 años que aunque es verdad que a veces te limita un poco, no podíamos irnos 20 días sin él. Lo hubiésemos pasado mal nosotros y él, aunque respetamos la gente que lo hace.
Los vuelos son largos, fuimos con Qatar Airways, y por muy bien que la aerolínea se lo tiene montado incluso en la clase turista, son muchas horas y hay que tirar de imaginación cuando se trata de viajar con un niño. De todos modos, nuestra ida fue mucho más liviana que la vuelta, por ser vuelos nocturnos.
Una vez en Bali, contratamos 5 días a un guía local que habla español. De precio sale muy bien ya que incluye el transporte y nos enseña los sitios más interesantes del lugar, algunos más turísticos y otros que él conoce que son igual de impresionantes pero con menos personas.
Recomiendo 100% incluso a los que preferís descubrir la isla sin un guía, contratar un transporte privado, ya que el tráfico allí es muy especial y el estado de las carreteras, no tienen ni comparación con lo que tenemos por aquí.
En cuanto a hoteles, nos hemos quedado 6 días en Ubud, el hotel es Kuwarasan A Pramana Experience, y si pudiera darle 100 estrellas, lo haría. El diseño es muy acogedor y moderno, se trata de un sitio muy limpio, y el personal es muy atento. Cerca del hotel no hay muchos restaurantes y no hay aceras para llegar a los que se encuentran fuera, por tanto, hemos comido casi todos los días allí que tienen una carta bastante buena.
Uno de los días fuimos por nuestra cuenta al centro de Ubud y nuestro paseo duró 1 hora. No es cómodo pasear con una sillita de bebés, la ciudad se ve algo más sucia y hay muchísimo tráfico. Las calles se cruzan prácticamente corriendo y las señales de tráfico no se respetan mucho. Creo que hicimos bien cogiéndonos ese hotel un poco en las afueras, donde los arrozales de alrededor, nos transmitían tranquilidad.
Por aquí, una foto desde la piscina del hotel
Nuestro guía, nos llevo a lo largo de esos 5 días por diferentes templos, nos explicó el hinduismo balinés, nos enseñó los arrozales, desde los más famosos a otros que son unos tesoros desconocidos. Para la hora de la comida, nos llevaba a restaurantes con miradores y precio muy asequible, y con el niño se hizo buenísimo amigo, tanto que muchas veces el peque prefería ir de la mano de él que de la nuestra.Dejo por aquí algunas fotos de esas excursiones. Tengo 1.000 pero intentaré hacer una pequeña selección.
Vuelo en los columpios sobre los arrozales. (Tiene un pequeño coste al igual que el alquiler del vestido)
La cascada Nungnung. Hay que bajar muchísimos escalones algunos bastante altos. La parte difícil llega cuando hay que subirlos. Se recomienda con niños que pesen menos de 10kg (en un portabebés) o que sepan subir y bajar solos.
Nosotros lo hemos pasado mal con el nuestro que no cumple ninguna de las dos condiciones.
El bosque de los monos. Sinceramente me impresionó más el propio bosque que los monos. Hay muchísimos, son graciosos, pero esos árboles me han dejado sin palabras.
Templo madre de BesakihAldea tradicional de Bali
El Templo Tirta Empul, precioso lugar donde además podéis purificaros en el manantial.
Los pareos normalmente los suelen prestar para la visita del templo cuando se compra la entrada (son muy económicas). Se trata de lugares sagrados y hay que llevarlos puestos
En cuanto a la comida, me quedo con Mie Goreng. Se trata de pasta con carne, verduritas,... A veces lleva también marisco. Estaba delicioso y nos gustó mucho a los tres. Hay que recordar que la salsa picante os la pongan aparte si no lo toleráis mucho.
Nuestra siguiente parada fue en Nusa Penida. Es una isla bastante virgen, se llega en barco y sólo nos quedamos allí dos días. Uno fue para conocerla un poco con un guía local (habla inglés) y el otro para disfrutar de nuestro precioso hotel Penida Bambu Green. Son unas bonitas cabañas de bambú con baño exterior pero son bastante "permeables" en cuanto a los animales. Nos entraron varios lagartos entre los troncos y se quedaron "vigilando" en el techo. No apto para los muy miedosos.
En cuanto la isla tiene muchas playas, todas muy bonitas, y varios miradores como Kelingking Beach que no te dejan indiferente.
Baño de nuestra cabaña
Piscina del hotel y de fondo nuestra cabaña
Nuestra siguiente parada fue en Nusa Dua, parte sur-este de Bali. Es un complejo de hoteles gigantesco, donde después de conocer Ubud y Nusa Penida, parece que habíamos cambiado de país. Dentro del pequeño mundo de hoteles de lujo, todo funcionaba perfecto, el tráfico y las carreteras en perfecto estado. No había suciedad, ni se veía ninguna falta por ningún lado. Aunque no solemos hacer ese tipo de turismo, nos vinieron bien los 6 días que nos quedamos allí para descansar, pasar todo el día en la piscina, ver algunas bodas y pedidas de mano en directo!
Nuestro hotel era Nusa Dua Beach Hotel & Spa y la verdad es que tenía de todo. Aún así os recomiendo alquilar unas bicis y recorrer todo el paseo que une todos los hoteles del lugar porque es muy interesante.
Por aquí aprovechamos una ceremonia que había terminado para la "típica foto de luna de miel"
Paseo en bici por Nusa Dua
Zonas comunes de nuestro hotel
Y, por último, nos fuimos a Gili Air. Hay tres islas, Gili Trawangan (es la más marchosa), Gili Meno (la más tranquila) y la nuestra, que es un poco de las dos.
Como último hotel, nos cogimos Villa Tokay y sólo puedo decir que entra dentro de mi top 3 de los mejores hoteles que he visitado en mi vida. Tiene piscina privada, es cómoda, bonita, incluye alquiler de bici y a los niños les regala un peluchito que al nuestro, particularmente, le hizo muchísima ilusión. El desayuno te lo llevan a la villa y te dan facilidades para todo. Con ellos contratamos una excursión para ver las tortugas y aunque son algo más caros, por 120€ teníamos un barquito sólo para nosotros, 2 monitores que nos acompañaban, el equipo para buceo, agua y frutas.
Recorrimos la isla en los 6 días, varias veces, con la bici es bastante rápido aunque la mayoría de los caminos son de tierra. No hay coches, sólo motos eléctricas, carrozas de caballos y bicis. Las playas son impresionantes y desde la orilla vimos Lombok (cancelamos la visita por esa isla por miedo a Malaria).
Nuestro pequeño jardín privado
Nuestra villa Tokay
Una de las playas con Lombok de fondo
Nuestro bar favorito frente a Gili Meno para despedir el sol, cenar y cansar el niño antes de ir a la cama
Típica foto de "atardecer en luna de miel"
Como veis, se trata de un viaje bastante aventurero, con todo el relax que le queráis meter. Se puede viajar con niños de cualquier edad pero hay que asumir que pueden poner límites en algunas partes.
Animo a todo el mundo conocer ese paraíso y deseo muchísimo algún día poder volver.