Maternidad y salud mental

Nada que agradecer, si mis vivencias pueden ayudar, yo las comparto

¡Hola Marta! Yo estaba en tratamiento por ansiedad cuando me quedé embarazada, de hecho tomaba medicación y la psiquiatra me la cambió y luego me la ajustó al mínimo.

Me vino de cine ir a terapia todas las semanas tanto para llevar el embarazo como para prepararme a nivel emocional por si tenía un bajón gordo después.

ÁNIMO que se puede!!!

¡Hola!

Yo he estado en tu misma situación. He tenido problemas de depresión en el pasado, pero lo tenía bajo control con la medicación y quería buscar un embarazo. Con esa idea me cambiaron la medicación a sertralina y el cambio fue estupendo, me sentía fenomenal. Disfruté de un año estupendo que culminó en boda y después me quedé embarazada. Mi psiquiatra me dejó con la sertralina y me dijo que acudiese si veía que en algún momento me sentía mal y que vigilase mucho en el posparto. Mi embarazo transcurrió de maravilla. Tuve unas náuseas horribles y estaba siempre muy cansada, pero estaba tan feliz que todo me daba igual. Entonces, el último mes de embarazo pasé por una situación algo angustiosa (ingreso hospitalario en el que no lo pasé muy bien) y no sé si fue por la medicación que tuve que tomar, por la situación en sí o porque se acercaba el parto y los cambios hormonales empezaban a ser más fuertes, pero el caso es que tuve una recaída horrible. Al principio pensé que la ansiedad venía por la perspectiva de que me pudiesen ingresar de nuevo, pero pasado ese peligro vi que iba a peor y a peor. Fue fulminante, una semana estaba genial y a la siguiente venga a llorar y a tener ganas de desaparecer sin motivo.

En urgencias del hospital no querían mandarme nada por el embarazo, así que acudí de urgencias a mi psiquiatra y me vio tan mal que me dijo que era peor seguir así que medicarme, así que me mandó medicación compatible con el embarazo ( me dijo que al nacer la niña podía mostrarse más irritable o, si nacía poco después de tomarme los ansiolíticos, más aletargada, pero que no había riesgo de nada importante).

Empecé a mejorar un poco, pero con el parto me puse fatal, tuvieron que llevarse a mi hija esa noche a neonatos porque me puse tan mal que no era capaz de estar con ella. Tras descansar del parto y poder retomar mi medicación (llevaba un montón de horas sin dormir y sin poder medicarme) me sentí algo mejor, pero seguía sin ilusión y sin ganas de nada. Mi psiquiatra me añadió medicación nueva tras el parto y poco a poco empecé a mejorar.

Ahora mi hija tiene cuatro meses y me siento realmente feliz de tenerla conmigo, así que te animo a que lo intentes si realmente quieres tener hijos. Corremos el riesgo de tener una recaída, es cierto. Pero aunque en su momento llegué a preguntarme si realmente iba a ser capaz de recuperarme o incluso de si servía para ser madre (solo podía pensar que quería volver atrás en el tiempo), una vez empecé a recuperarme esas ideas fueron desapareciendo de mi mente. Lo que sí te recomiendo es que cuentes con apoyo en caso de recaída, nosotros no tenemos familia cerca, así que cuando mi marido volvió al trabajo contratamos a una mujer para que me ayudase con el cuidado de la niña. A día de hoy sigue viniendo, porque la medicación me hace tener un sueño tremendo, lo que sumado a que me encargo de las tomas nocturnas para que mi marido vaya descansado al trabajo hace que necesite dormir por la mañana.

Eso sí, yo tomaba una dosis bastante baja de antidepresivos durante el embarazo, podría haber tomado alguna más alta y quizá así me habría evitado la recaída. Pero pensé que como me encontraba tan bien no era necesario, imaginé que me vendría venir la depresión como otras veces, no imaginé que iba a ser todo tan repentino. Así que no te fuerces a dejarlas si crees que las necesitas. Siempre es mejor no tomar nada, pero es peor dejar una depresión sin tratar que medicarte. Sobre la medicación realmente no hay estudios que indiquen qué causa problemas y qué no, pues habría que hacer estudios que no se consideran éticos (dividir a un grupo de embarazadas y suministrarles antidepresivos a una parte y placebo a otra), así que solo se pueden tomar como datos lo que refieren las embarazadas que se han medicado. Creo que me dijo que si el riesgo de aborto sin medicación era un 1%, con lo que tomaba yo podía igual subir al 1,3% o algo así. Que tampoco se sabe si el riesgo era asociado a la medicación o no, pero que ahí dejaba el dato. Y ya te digo, no tuve ningún tipo de problema.

Así que ánimo, que aunque exista la posibilidad de recaer, al final se vuelve a la normalidad también. Yo era consciente de que el riesgo estaba ahí, pero asumí la posibilidad de volver a pasar por una depresión a cambio de tener un hijo. Y aunque mientras estuve sumida en lo más profundo de la depresión no podía evitar pensar que había sido un error y que con un bebé no iba a lograr recuperarme, al final aquí estoy, feliz de haberme lanzado.

Un saludo