Es la mejor persona que conozco, pero no sólo lo digo yo, lo piensa mucha gente que lo conoce.
Es muy familiar. Mi madre estuvo enferma una larga temporada y la trató como un hijo, o incluso mejor.
Es muy inteligente, no sólo es inteligente técnicamente sino también emocionalmente. Me comprende, me respeta y me calma.
Básicamente, es un hombre hecho y derecho, seguro de sí mismo sin ostentaciones, con los valores e ideales muy claros, y que me quiere por encima de todo y de todos.