La pedida fue en nuestro viaje a París.
Era un 29 de agosto, lunes, y París se despertó con el cielo nuboso y alguna gotita de lluvia. Cogimos el coche que habíamos alquilado y nos pusimos rumbo al mundo de los sueños, al país de la magia. Fuimos a Disney.
Yo no podía imaginar que Pablo quería pedirme matrimonio allí. Siempre he dicho que sería una pasada ya que soy muy fan de Disney y me encanta pero estamos con una reforma integral de un piso que tenemos y él siempre decía que hasta que no estuviera la casa no nos plantearíamos una boda.
Como ya he dicho, estaba lloviendo, por lo que nos hicimos la foto de rigor en el castillo de la Bella Durmiente antes de que lloviera más, un par de fotos, laberinto de Alicia en el país de las maravillas y empezó a llover mucho y a Pablo le pareció buena idea ir a ver a Mickey Mouse...
Hay una atracción que es conocer a Mickey Mouse en su camerino y puedes hacerte todas las fotos que quieras y estar con él.
La cola era inmensa. Imaginad, lluvia y conocer a Mickey Mouse en una atracción cerrada y techada donde conoceríamos al rey por excelencia y no te mojarías. Después de casi hora y media de cola (o quizás más) era nuestro turno. Pablo no estaba nada nervioso, no se lo noté en ningún momento.
Entramos, yo parecía una niña pequeña, sin parar de tocar a Mickey y super emocionada. Muy pava (si, lo sé).
Nos hicimos un par de fotos y vi como Pablo se acercó a una de las chicas que estaban ahí para hacer las fotos con Mickey (que casualidad que la chica hablaba español) y yo pensaba que le estaba diciendo que nos hiciera una foto con la GoPro o algo así...y de repente, delante de Mickey Mouse, empezó a decirme que lo tenía planeado de otra manera, delante del castillo y demás pero el tiempo se lo había arruinado un poco pero qué mejor que Mickey Mouse de testigo para decirme si me quería casar con él...
Yo no sabía si llorar, reír o todo junto. Fue espectacular, lo recuerdo como si fuera ayer. Teníamos una familia justo detrás de nosotros que no paraban de echarnos fotos y aplaudirnos.
Cuando salí estaba como en una pompa, no paraba de mirar el anillo (que por cierto, no pudo acertar más en el diseño) y me daba miedo montarme en las atracciones por si se me rompía o algo.
FUE UNO DE LOS DÍAS MÁS MÁGICOS E IMPORTANTES DE MI VIDA. FUE TODO PERFECTO. HASTA LA LLUVIA.
Adjunto algunas fotos para que os hagáis una idea del momento
Pedida 1
Pedida 2
Pedida 3
.
Pedida