La pedida
Fué en su 30 cumpleaños, le preparamos una fiesta sorpresa en un parque infantil que se estilan, con bolas y colchonetas. Tras la cena le entregamos el baúl de la derecha con 30 regalos (eternooo) y al acabar él que es de pocas palabras en la tarima que véis, comenzó a dar un discurso de agradecimiento hacia mí sobre la preparación MIENTRAS se desabrochaba la bragueta (en un primer momento aluciné porque creí que estaba de broma por el típico streptease, cosa que no le pega) y resultó tener ahí la caja del anillo para que no se la viese durante toda la noche en los bolsillos!!!
Lo más gracioso fué que el pensaba entregarmelo al día siguiente en una comida familiar, y mi suegra (un encanto) le llevo el anillo a la fiesta sorpresa para aprovechar el momento. Salió perfectísimo! Hasta con foto y grabaciones incluído! Y sobretodo, los gritos de la família y los amigos
Sara y Jona