Alicia

Sólo puedo decir que fue el día más increíble que he vivido y que se hizo muy corto. Por la mañana estaba nerviosa pensando en que todo saliera bien, pero llegó un punto en que me dije, todo va a salir bien así que a disfrutar a tope. El momento que esperaba con mayor emoción era llegar y ver a Alberto allí esperándome y fue precioso, tuve que respirar hondo para que no se me escaparan las lágrimas. Pero antes de llegar a la finca ya hubo una sorpresa muy especial que me hizo emocionarme: en la puerta de casa me esperaban mis compañeras del trabajo que me habían preparado la primera sorpresa de la tarde. Habían alquilado un coche antiguo, precioso!!! Me sentí como una princesa, fue genial. Cuando ya estaba al lado de Alberto, empezó la ceremonia (civil). El maestro de ceremonias nos leyó los artículos de rigor y luego empezaron las emociones. La hermana de Alberto, mi cuñada y amiga de toda la vida, nos dijo unas cosas preciosas y ya nada podía detener las lágrimas. No sólo las mías, las del novio y el resto de los presentes. Después salió uno de nuestros amigos y fue genial. La única pega es que se puso a llover, la única nube gris de todo el cielo allí estaba, pero bueno como dice el refrán "novia mojada, novia afortunada". La ceremonia continuó... Mi primo nos leyó la ceremonia de la vela y fue muy bonito. Luego los anillos( yo ya los había olvidado, jejeje), el BESO y las firmas. Nos tiraron cajas de arroz enteras, fue increíble, teníamos arroz hasta allí donde no se puede decir, jejeje, pero fue genial. Por fin dejó de llover y pudimos hacernos las fotos que fueron preciosas. El fotógrafo nos daba mucha confianza, aunque un poco mandón (jejeje, le conocíamos y había confianza). Nos hizo fotos preciosas y al final de la noche nos sorprendió con un improvisado fotocol súper chulo. La entrada al banquete fue divertida y me dió un poco de corte, todo el mundo mirándonos... La gente de la finca ( El Tomillar en Torrelodones) estuvo muy atenta todo el tiempo y nos hicieron pasarlo genial a todos, la gnte nos decía lo bien que estaba todo. Otro momento muy especial fue la entrega del ramo. Pusieron la música y Alberto y yo nos levantamos a bailar alrededor de todas las mesas. Nadie sabía lo que pasaba, pensaban que nos apetecía bailar un rato, jejeje. Y después de dar una vuelta entera llegamos a donde estaba su hermana y le dí el ramo, se quedó alucinada. La abracé y l hice bailar conmigo, Fue genial!!!! Y cuando volvió a sonar la música y les dimos los regalos a nustras madres... Fue genial verlas las caras. Mi madre se emocionó tanto, se lo pasó tan bien. Me encantó verla disfrutar. Bueno, llegamos al momento baile. Uf, qué vergüenza!! Pero era nuestro momento. Bailamos la canción de Ronan Keating "When you say nothing at all", alos dos nos encanta. La verdad que nuestras dotes de bailarines nos son muy escepcionales, pero fue un momento tan bonito, tan íntimo, tan nuestro, parecía que estuviesemos solos... Fue precioso. Y luego todo el mundo a disfrutar. Lo pasamos genial!!! Casi todo el mundo se quedó hasta el final. Fue un día inolvidable!!! Todo el mundo nos comentaba lo bonito que había sido todo. Y yo salí súper contenta porque todos estuvieron uy a gusto y disfrutaron, pero sobre todo porque Alberto y yo estabamos tan felices....