Una vez más nos vemos obligados a tener que aplazar la boda.
En las dos ocasiones anteriores estábamos a 40 días de la celebración y ahora tendremos que esperar 405 días.
Cada día nos sentimos un poco más triste y sin ilusión porque vemos que nuestro sueño se escapa una vez más.Lo único que nos consuela es que nuestra familia nos entiende y que la situación por la que estamos pasando no es lo más acertado.Lo que si tengo claro que a la tercera será la vencida y que no me vuelve a parar el covid