Reservó en el Hotel Zouk para dormir una noche, habitación con piscina, jacuzzi, sauna... y cenita súper discreta.
Cuando estábamos haciendo el bobo en la piscina, vino con una cajita y me pidió matrimonio.
Fue todo estupendo, y aunque ya teníamos hablado que nos casábamos, y que la boda sería en 2017, fue una ilusión tremenda recibir el anillo, y todas las palabras geniales que me dedicó.
Recuerdo aquella noche con mucho cariño.