Hola, chic@s! Me gustaría dar a conocer la experiencia tan negativa que hemos vivido con Escorial-Natura (camping El Escorial), para evitar que otras parejas se llamen a engaño o puedan pasar por lo mismo que nosotros.
En noviembre de 2013 reservamos con ellos la celebración de nuestra boda el 06/09/2014.
A partir de ahí, fuimos negociando con ellos los distintos aspectos del banquete y la fiesta posterior, hasta ajustarlos a nuestras posibilidades y gustos y a los intereses comunes de las dos partes. Desde el primer momento, siempre vendieron la idea de una única boda el día, de una atención exclusiva ese día y un trato personalizado. En un principio cumplieron correctamente con esta idea, se mostraron flexibles y atentos, y el día de la degustación, en febrero de 2014, todo salió muy bien; quedamos muy contentos.
Pero a comienzos de abril viene la desagradable sorpresa: nos comunican por teléfono, una tarde, que van a celebrar otra boda en horario de mañana el día de nuestro enlace. Es una decisión ya tomada; solo nos lo indican a título informativo. Nuestra incredulidad y desconcierto son totales: no podemos creer que incumplan la palabra dada (verbalmente, porque es cierto que solo habíamos firmado el recibí del pago de la señal), y que nos cambien los planes de la noche a la mañana, a prácticamente cuatro meses de la boda. Se niegan a cambiar la fecha de la nueva boda, o a celebrarla en otro salón o pabellón, y no nos facilitan explicaciones de por qué han asignado nuestra fecha a otra pareja, cuando, inicialmente, cuando nosotros hicimos la reserva, tuvimos que cambiar el último sábado de agosto, que ya estaba cogido, por el primero de septiembre.
Sinceramente, el factor de la exclusividad y el trato personalizado fue decisivo para nosotros a la hora de escoger el sitio, pero es verdad que, si nos hubieran indicado desde el principio que realizaban dos bodas en el día de forma habitual, sin ningún problema, quizá no lo hubiera valorado tan negativamente. Pero el hecho de que de forma unilateral cambiaran las reglas del juego a tan poco tiempo de mi boda me sentó fatal, y quebró la confianza que tenía ellos. Cuando pedí explicaciones de tiempos y procedimientos que me garantizaran que todo saliera bien en mi boda (no olvidemos que la mía era la que venía detrás), no quisieron facilitarlas, alegando su si yo dudaba de ellos no había nada que hacer. Lo siento mucho: si alguien traiciona mi confianza de esta forma, no me puede pedire actos de fe, tendrá que ganarse de nuevo mi confianza con hechos, ya que mi boda es uno de los días más importantes de mi vida, y no estoy dispuesta a jugármela.
No han querido hacerlo, y el resultado es que hemos cancelado nuestra celebración allí. Es posible que, según aseguraban, al final hubieran salido bien las dos bodas, pero en esta vida yo no consiento que me engañen, ni que me tomen por tonta, mucho menos en algo tan importante como mi boda. Sean cuales sean las condiciones, creo que siempre se ha de ir con la verdad por delante a los novios.
Al menos nos han devuelto el importe de la señal, pero el disgusto (tenía incluso ensobradas las invitaciones, aunque no repartidas, gracias a Dios, si bien todo el mundo sabía ya en la familia dónde iba a ser la celebración) no me lo quita nadire. Ni la faena de tener que buscar otro sitio con tan poco margen de tiempo (el nuestro es uno de los llamados sábados de oro en el mundo de las bodas: el primero de septiembre)...
Espero que mi experiencia sirva para que otras parejas puedan tener en cuenta este factor antes de tomar su decisión.