Les conoceréis en alguna feria, tipo "Las 1.001 Bodas" de Madrid, que es donde les conocimos nosotros, ya que no tienen tienda de calle. Están en un piso del paseo del Pintor Rosales 28 de Madrid, lo cual presenta el primer inconveniente, ya que no tienen un horario comercial cómodo - cierran a las 6 de la tarde y muchos viernes por la tarde y sábados no están.
Encargamos dos alianzas en oro blanco y mate de la marca Fischer. Su primer incumplimiento fue el retraso en la entrega. Nos dieron un plazo de cuatro semanas y tardaron nueve en darnos el producto, lo cual es "ideal" cuando estás preparando una boda. No nos dieron ninguna explicación, sólo que había habido un problema con "La fábrica" - que no sería el último. En ningún momento antes de la compra nos avisaron de que las alianzas en mate pudieran presentar ningún tipo de problema, por el hecho de ser en mate.
Pues bien, el día de la boda, ya a las pocas horas de la ceremonia, nos dimos cuenta de que los anillos estaban deteriorados: presentaban rayas y manchas por toda su superficie. Durante los días siguientes, ya de viaje, se siguieron deteriorando progresivamente, hasta llegar al punto de parecer baratijas y no poder llevarlas puestas.
Cuando llegamos de viaje de novios les llamamos, les contamos lo que pasaba, y nos dijeron que se las lleváramos. Así lo hicimos. Las enviaron a "La fábrica de Alemania" y después de un mes tuvimos que llamar nosotros para ver cómo iba la cosa, porque ni tan siquiera tenían nuestro número correctamente anotado. Nos devolvieron las alianzas supuestamente "reparadas" y no nos dieron ninguna explicación, pero ya entonces empezaron a insinuar que deberíamos pasar las alianzas a brillo, que en realidad el oro no es un metal "duro" (como el titanio u otras aleaciones) y que el tratamiento de baño de arena que se les da para hacerlas mate "no es muy resistente". Y tanto que no lo es... Nos fuimos a casa, nos pusimos las alianzas y a las dos horas, volvían a presentar los mismos desperfectos. En ese momento decidimos devolverlas. Les llamamos para pedir la devolución del producto, y ahí fue cuando comenzó el "circo".
Cual ejército de Pancho Villa, una parte de la empresa, accedió a devolverme el dinero y enviarme un mensajero a por los anillos - hasta tomaron nota de mi número de cuenta - mientras que otra parte de la empresa (el director, que luego obviamente dio órdenes a sus subordinados) quería enviar los anillos a la fábrica por segunda vez. Estuvieron así, sin ponerse de acuerdo entre ellos y mareando la perdiz, más de diez días, además con una falta absoluta de sensibilidad, ya que ni tan siquiera se dignaban a llamarme y darme un mensaje coherente, era yo el que tenía que llamarles para preguntar en qué "fase" estaba la reclamación.
La función de circo terminó en tragedia. Me personé allí con las alianzas y (después de haberse comprometido a hacerlo) me dijeron que no me devolvían el dinero. Que tenían que mandar las alianzas a la fábrica por segunda vez para analizar qué pasaba y que dependían de que "La fábrica" asumiera su propio fallo en la fabricación (la primera vez, al parecer, ni se molestaron) ya que (sic.) no se creían que las rayas y manchas aparecieran a las pocas horas de uso normal de los anillos, dejándome caer que mi mujer y yo o estábamos manipulando químicos o dándoles golpes a las alianzas.
Ante la acusación de mentir y de maltratar las joyas adrede (como si no tuviéramos mi mujer y yo nada mejor que hacer) tomé la única salida posible: pedirles la hoja de reclamaciones y presentar la consiguiente denuncia ante las autoridades de consumo al día siguiente.
Ya os contaré en qué queda el juicio de arbitraje cuando nos llamen. De momento, quería dejar constancia, para que nadie más tenga que pasar por el trago que estamos pasando nosotros con esta empresa y cada vez que nos preguntan que por qué no llevamos las alianzas puestas.
Un cordial saludo a todos.
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