El momento de la pedida fue todo un show, para poneros en situación: sabado santo, cinco de la tarde en la playa. La excusa para bajar a la playa era bañar al perro (que pesa 50kg) para curarle una herida.
Una vez en la orilla, yo vestida con vaqueros y botas camperas porque hacía fresquete, el perro no se quería mojar ni a la de tres, pues allá que fui yo: lo arrastré a la orilla (la gente en la playa se reía de mi porque yo peso 55 y el perro podía conmigo), empecé a mojarlo vino una ola y me puso.... mojada hasta el cuello.
Mi pareja descompuesta ¿¿¿¿qué haces???? Me chillaba con los ojos desencajados y yo mosqueada por el remojo, cogí al perro y le dije que me iba a casa a cambiarme... asi q allí mismo, con el agua hasta el cuello sacó el anillo y me dijo que todo había sido una excusa para pedirme matrimonio. Y mi respuesta fue: ¿¿¿y me dejas que me ponga asi???
Espero que os haga reir...
