Me case el pasado 26 de junio en Sevilla, justo el día que quitaron las mascarillas en exteriores, que bien lo pasamos, una experiencia inolvidable que seguro repetiriamos.
Nos casamos en la Macarena de Sevilla y después lo celebramos en la hacienda el Chaparrejo de Alcalá de Guadaira.
Casi todos los proveedores se portaron genial y fueron fue profesionales, pero al terminar la boda e ir pagar la hacienda, el dueño de esta nos entregó una factura proforma que estaba inflada a más no poder y eso que teníamos un contrato. Me dio la impresión que quería recuperar a costa de las bodas que estaba haciendo las pérdidas que el COVID le ha generado.
¿Os ha pasado algo parecido? ¿Creeis que es una medida habitual o es por el COVID?
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