Erase una vez dos tortolitos que estaban muy enamorados... Él la amaba con locura y ella lo amaba con delirio...
Una tarde ella notó que Joel estaba inquieto, nervioso, sudoroso e imparable...
-¿Qué estaría rondando por esa cabecita? Se preguntó Sara.
-Nena, ¿qué te parece si hoy vamos a cenar? Dijo él de pronto.
- Esta bien - dijo ella- ¿Donde quieres ir?
- ¡Déja que te sorprenda hoy!
Y Joel la hizo subir al coche y condujo durante más de 1 hora. Finalmente realizó una parada, bajó y al rato volvió a subir con una caja que hizo que el estómago de Sara diera un buen rugido...
Acto seguido condujo durante 10 minutos mas y le hizo ponerse un velo en los ojos para que no viera nada.
Al destaparse la vista ya era de noche, y se encontraba frente a una cala muy pequeña, en la que apenas cabían 4 personas... La luna brillaba intensamente y una suave brisa hacía bailotear la llama de una vela encendida al lado de un paño de picnic...
Sara estaba encantada, y Joel aun nervioso...
- Levanta Nena, vamos a bailar! Dijo Joel al instante
Sara, obediente, se levantó y se arrimó a su amor para bailar pero, entonces él se agachó, hincó la rodilla en el suelo y con los ojos ya lagrimeando espetó:
-Sara, eres la mujer de mi vida, única e irrepetible... quieres concederme el honor de casarte conmigo?
Y el resto ya lo sabeis!! Dije que sí (poooor supuesto) y aquí estamos, organizando la boda!!
Gracias a l@s que lo leais y espero que os haya gustado!!
Muaa un besazo!!!!!!!!