Después de tres años muy intensos, con una enfermedad muy grave de un familiar cercano y momentos de todo tipo, decidimos ir a pasar el verano a Argentina, mi país de origen y lugar en el que siguen viviendo casi todos mis familiares, de modo que él pudiera ir descubriendo realmente de dónde vengo, dónde crecí, los lugares que frecuentaba... y sobre todo conocer a las personas que tanto quiero y tan importantes son para mí.
Así que... todo empezó con maletas bien cargadas y muchas ganas!
Pero el viaje se hizo más intenso en Bariloche, cuando fuimos a visitar a una de mis primas. Para quien conozca el lugar, sobra decir que es todo precioso. La mezcla de los lagos con las montañas, la tranquilidad de la naturaleza, los atardeceres... Fue justamente allí, haciendo la ruta de los siete lagos, donde decidió pedírmelo. (Os dejó dos fotos para que os hagáis una idea de los paisajes, para quienes no hayáis estado todavía. Puede ser un buen destino para la luna de miel!)
El día de la pedida yo estuve muy pesada porque él, que suele ser caluroso, no se quitaba la cazadora en ningún momento, y le insistí muchas veces en que se iba a poner malo, todavía no sé cómo no le hice cambiar de idea. Resulta que no se quitaba la cazadora porque tenía guardado el anillo y no quería que lo notara. De hecho, la realidad es que él había estado todo el día anterior con el anillo y no había encontrado el momento indicado (estábamos casi al final del viaje y lo llevaba desde España!!).
En un momento, en un lugar idílico, me pidió que nos hiciéramos una foto. Es verdad que me extrañó, porque soy yo la que normalmente pide ese tipo de cosas... pero cuando estaba preparada para mirar a cámara y sonreír, me cogió de las manos y empezándome a decir lo que sentía, se arrodilló y por fin pudo sacar ese anillo que tanto tiempo había guardado.
Por supuesto, le dije que sí inmediatamente! Entre lágrimas nos fundimos en un abrazo, y yo hasta temblaba. Era mezcla de reír y llorar de la alegría.
Lo mejor es que mis primos estuvieron compinchados y grabaron el momento y aprovecharon para sacar esas fotos tan bonitas ❤️
Y esta también, la primera con el anillo.
Cada vez que lo veo vuelvo a sentir esa sensación en la barriga, esa emoción. Y vuelvo a querer decir que sí un millón de veces más.
Además, a la vuelta a Buenos Aires pudimos dar l noticia a todos los familiares, y nos hicieron una fiesta de compromiso improvisada, pero con tarta y todo, hecha por mi tía!
Si lo hubiese soñado, no habría sido tan perfecto.