Buenas a tod@s
Mucha gente en el curro, tengo citas miles, solo deciros que como tantas de nosotras, estoy muy nerviosa, porque como todos los detalles que son muuuchos están en proyecto y encima me los están haciendo... eso de no ver , me está matando.
Al menos me relajo, me tomo baños de 40' con sal, que ayuda a relajarse y a depurar el cuerpo
Me estoy haciendo masajes drenantes y presoterapia.
Un tratamiento facila dos de hidratación y uno de oxigenación.
Dentista , limpieza y blancamiento, la semana que viene la tengo muyyy completa
La descripción más temprana sobre los diferentes tipos de sales, sus empleos y métodos de extracción fue publicada en China alrededor del 2700 A.C. Hipócrates indicaba a sus discípulos el uso de agua salada para curar diversas dolencias, sumergiendo a los pacientes en agua de mar. Me sorprendo a veces de todo lo que Hipócrates ya sabía… Los antiguos griegos continuaron empleando este tratamiento y en 1753 el médico inglés Charles Russel publicó “The Uses of Sea Water”.
Las sales de baño cambian el balance osmótico del agua, por lo cual menos agua es absorbida por la piel mediante el fenómenos de ósmosis. Lo que ocurre es lo contrario, eliminamos agua con sales y toxinas desde dentro hacia fuera, es decir, sacamos toxinas desde el interior de nuestro cuerpo. La ósmosis es un fenómeno físico relacionado con el movimiento de un solvente a través de una membrana semipermeable, que en este caso sería nuestra piel que sabemos que es porosa. Tal comportamiento supone una difusión simple a través de la membrana, sin gasto de energía. La ósmosis del agua es un fenómeno biológico importante para el metabolismo celular de los seres vivos.
Cabe mencionar que algunas sales de baño tales como los fosfatos tienen una acción detergente que ablanda piel encallecida y ayudan a la exfoliación. No os recomiendo las sales de baño que no sean orgánicas, aunque mi consejo es que uséis sal marina lo más pura posible, comprada en la salina si es posible ya que desde 2010, ha habido crecientes preocupaciones sobre un nuevo tipo de abuso de sustancias en el nombre de “sales de baño”. Son análogos de anfetamina beta-cetona y son derivados de la catinona, un análogo de la anfetamina natural que se encuentra en la planta de “khat” (Catha edulis). Efectos observados con la ingesta incluyeron aumento de la energía, la empatía, la apertura, y aumento de la libido. Efectos adversos graves notificadas con intoxicación incluidos los signos y síntomas cardíacos, psiquiátricas y neurológicas. No se sabe mucho acerca de la toxicología y metabolismo de estos compuestos. Ellos inhiben la recaptación de monoamina (dopamina, norepinefrina, etc.) y actúan como estimulantes del sistema nervioso central con alto aditivo y potencial de abuso debido a sus similitudes clínicas y bioquímicas a los efectos del uso de la cocaína, anfetamina, y 3,4-metilendioxi-N -methylamphetamine. También se han reportado muertes asociadas con el uso de estos compuestos. Se presenta un caso de lesión renal aguda asociada con el uso de píldoras “sales de baño” que mejoraron con la hemodiálisis.
En cuanto al Bicarbonato de Sodio, es una sal sin refinar y que se encuentra en la naturaleza, con lo que es también un gran aliado para nuestro baño. Lo recomiendo mucho a mis pacientes oncológicos. En un estudio (publicado en Journal of the American Society of Nephrology) sobre 134 casos de Insuficiencia Renal grave el Dr. Yaqoob encontró que: “Los pacientes que tomaron bicarbonato de sodio fueron menos propensas a desarrollar una Insuficiencia Renal Terminal (ESRD), que hace que las personas necesiten someterse a diálisis para sobrevivir. Además, los que tomaban el bicarbonato de sodio también tuvieron mejoría en varios parámetros de nutrición. Y, a pesar de que sus niveles de sodio subieron, ellos no experimentaron aumento de la presión arterial”. Debe saber que incluso una pequeña disminución de la función renal puede duplicar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Los beneficios del bicarbonato de sodio fueron evidentes y probados para el equipo del Dr. Yaqoob.
Todos podemos disfrutar de un baño con dos kilos de sal, yo por ejemplo suelo darme uno todos los domingos, pero es especialmente recomendable en pacientes con problemas renales, ya que se realiza una diálisis percutánea, reuma, artrosis, artritis o cualquier enfermedad articular, régimen post-operatorio, enfermedades ginecológicas, infecciones recurrentes, mordeduras de insectos, ampollas o heridas, dermatitis, psoriasis, para afecciones de piel es espectacular, en los hongos de los pies, mareos, congestión nasal, dolor de garganta, en el edema o retención de líquidos, y por su puesto en pacientes oncológicos, entre otros. Además es un gran desinfectante, se ha utilizado como un potente antibiótico.
Cuando te sumerges en un baño con 2 kilos de sal, donde el agua está caliente enseguida se le dilatan los poros de la pie y cuando este agua supera la concentración salina de nuestras células, (9,4 mg/L) se produce el fenómeno llamado ósmosis de forma que el agua de nuestro cuerpo sale arrastrando toxinas y minerales a través de los poros hacia el exterior, con lo que también la sal sale fuera del núcleo de las células y éstas se alcalinizan, induciendo el suicidio de las células tumorales las cuales viven en un medio acidificado.
El Dr. Martí Bosch afirma que el agua caliente dilata los poros de la piel y éstos se abren, y el organismo transpira eliminando anhídrido carbónico (CO2) a la vez que expulsa grasas, amoníaco y ácido úrico. Y todas esas fracciones ácidas que eliminamos a través de la piel en la bañera ya no necesitan ser desechadas por los pulmones, los riñones y el hígado con lo que les evitamos que tengan que filtrarlas ellos. Basta agua caliente y dos kilos de sal marina en la bañera para configurar un mecanismo sencillo de alcalinización rápida –media hora de baño diario bastan- a disposición de cualquiera. Tales baños suponen una diálisis percutánea, una especie de pulmones, riñones e hígado artificiales de alto rendimiento y bajo coste.
El artículo completo lo podéis leer en http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=102.
La doctora Josefina San Martín Bacaicoa -catedrática de Hidrología Médica en la Universidad Complutense de Madrid- y de Schneider, realiza un estudio muy bonito sobre la hidrología que podéis ver en este link:
http://gesdoc.isciii.es/gesdoccontroller?action=download&id=13/12/2012-e64c677197
Para personas mayores que no puedes entrar en la bañera el Dr Bosch nos propone otra opción que transcribo tal cuál porque no tiene desperdicio: “Basta que se siente en una silla, coja un barreño pequeño donde quepan unos diez litros, eche en él agua caliente y un cuarto de kilo de sal marina para mantener la proporción de la que hablábamos y lo disfrute. Es verdad que la superficie corporal expuesta es menor pero tres baños de pies al día equivalen a un baño completo. Puede hacer por tanto diez minutos por la mañana, diez al mediodía y diez por la tarde-noche. Y respecto a la temperatura siempre les digo a los pacientes que deben sentirse a gusto. Hay personas a las que les va bien 25 grados y otras a las que les van 30. Con 30 grados a la sombra ya se suda… y la cuestión es sudar. Redescubramos a Galeno, o si se quiere, a nuestras abuelas que curaban siempre con cuatro elementos. Lo primero que hacían nuestras abuelas en cuánto decías ¡ay! -y daba igual lo que te ocurriera- era prepararte una lavativa. Y luego nos daban un caldo de pollo o gallina, o un caldo de verduras, o una compota de manzana o pera, o un arroz caldoso, y con eso -la lavativa y el caldo- ya tenían su cura de aguas. El tercer pilar que proponían era una buena sudada. Todo lo arreglaban con una buena sudada. Cuando las abuelas no tenían bañera -lo comprobé cuando ejercí la medicina rural en la comarca de la Segarra en Barcelona- ponían agua a hervir, llenaban botellas de cristal con el líquido a 70-80º, las envolvían con toallas -para que el cristal no quemara la piel- y colocaban luego tres botellas a cada lado del enfermo añadiendo cuatro mantas encima. ¡Y no veas tú qué sudada! Bueno, también usaban hierbas medicinales porque a diferencia de la generación actual conocían bien sus propiedades terapéuticas.”
Mi consejo es que os déis un baño da sal semanal si estáis sanos, pero si padecéis alguna patología renal o oncológica, autoinmune, os deis dos tres a la semana o hasta un baño diario.. Además si os lo dais por la noche notareis que domiréis mucho mejor.
Besitos
Ánimo, fuerza, paciencia y a amarse mucho