Reconozco que no soy de éstas; quejarme por estos medios me impone. Pero lo cierto es que como lectora aprecio mucho los comentarios y experiencias de otros; nosotros hemos tenido una mala experiencia con un proveedor y creemos que este es un buen canal para darlo a conocer y que cada uno, igual que lo hago yo, aplique su propio criterio y le de el valor que crea conveniente.
Sé que habrá gente que tenga buenas experiencias con esta persona pero pienso que la mía es tan valiosa como la de cualquier otro, y al ser reciente quizás aporte luz para alguien más.
También sé que desafortunadamente no somos los únicos, y quiero informar a todos los novios de la gestión de este señor para decirles que hay una opción legal, porque 3 abogados distintos y 9 fotógrafos de boda opinan que lo que ha hecho no está bien.
Somos exigentes pero muy normales, la verdad. Cuando nos prometimos sabíamos que la partida de gasto más importante tras el sitio sería el fotógrafo; contamos con un presupuesto modesto, normalito, pero las fotos eran muy muy importantes para nosotros.
Durante semanas buscamos fotógrafos que ofrecieran fotos de tipo “documental”, huyendo de estilos más clásicos. Terminamos con una pequeña selección con quienes nos entrevistamos. Y finalmente elegimos a David: el coste era mayor al que aspirábamos pero confiábamos en nuestra elección y decidimos quitar el videografo en pro de este gasto.
Los malentendidos se dieron casi desde el principio: en el momento de la firma del contrato, las tarifas, (no) comunicaciones durante los primeros meses de pandemia, aplazamiento de la boda y sustitución del fotógrafo… todo fue muy desagradable.
Al poco de confinarnos, la finca nos obliga a cambiar de fecha para el año siguiente (de Agosto de ’20 a Agosto ’21). Con este cambio David nos dice que tiene el día comprometido y nos obliga a que cubra la boda una fotógrafa de confianza con la que trabaja en equipo según necesita. Desde el primer momento, antes de firmar nada, dejamos claro que queríamos que la cubriese él, pero como hay un cambio de fecha ajeno a nosotros, le pedimos al menos conocer a la fotógrafa y su trabajo.
Esta chica es un cielo y no tenemos nada en contra de ella, pero consideramos que no vale lo que cobraba David; de hecho ella por libre ofrece sus servicios de preboda y boda con 2 fotografos, con 900 fotos por 1573€, asique literalmente ofrece su trabajo por mucho menos. (David nos ofrecía sólo boda, 1 fotógrafo y 400 fotos por 1800€).
Le comentamos a David que no estamos conformes pero no da opción; tenemos que aceptarla.
En medio de este jaleo, conseguimos acercarnos el verano pasado a León (de donde somos y donde nos casamos) y desde meses antes intentamos cerrar una visita física con él para poder comentar el desaguisado y llegar a algún acuerdo. No sólo no hubo respuesta en todo ese tiempo, sino que hubo que mandarle un escrito solicitándole la devolución del depósito (siguiendo pautas del abogado) ya que entendíamos la omisión en su respuesta como una disolución del contrato. Os hablo de semanas y semanas y semanas sin coger tlf, sin contestar mail ni whatsapp. Mientras, eso sí, subiendo stories a su Instagram de lo bien que se está en la montaña.
Con el último escrito, estando ya en León, conseguimos hablar con él por teléfono. No nos puede recibir en persona. Se disculpa, pero no nos da opción alguna.
Al volver a casa, con calma y tras consultarlo con dos abogados más, le escribimos cordialmente solicitando la disolución del contrato y ofrecemos un acuerdo económico, 50-50 con el depósito (entendemos que él no tiene la culpa del covid, y nosotros tampoco, pero queremos sentirnos libres de escoger al fotógrafo y más a un año vista de la boda). La respuesta, las palabras que emplea y su indignación os aseguro que son surrealistas. Se niega a devolver ni un solo euro de los 975€ del depósito.
Sabemos que hay parejas a las que tampoco ha devuelto nada, otras a las que les dijo que iba él y a ultima hora mandaron a esta u otra chica; que la cobertura no fue correcta llegando incluso a desaparecer en el momento de salir los novios de la iglesia, y sabemos que hay otros que han tenido “malentendidos” con los contratos y los pagos. Este señor se ha quedado con dinero que no es suyo, sin haberle costado nada (ninguna inversión previa de materiales o servicios) y NO ES JUSTO.
En los últimos meses hemos visto como David Fernández ya no está en Bodas.net ni otras web’s similares, y no podemos rastrear los comentarios de Google Reseñas.
Antes de dar este paso hemos consultado a muchos trabajadores del sector y os aseguro que todos han alucinado conociendo los detalles de la gestión.
Y si alguien necesita saber más (cronología, comunicaciones…) que contacte conmigo sin ningún problema.
Gracias por “escucharnos”,