En una fria noche del invierno Salmantino, 2 jovenes se divertian en la fiesta universitaria por excelencia. El muchacho, Alex, se divertía con sus amigos, la muchacha, Leti, hacía lo propio con sus compañeros de trabajo. Él, pegado a la barra del bar la vió entrar y bailar y pensó "esa es pa'mi", ella que no buscaba nada se dijo "déjate querer ...". Fueron a desayunar juntos porque la noche se les quedó pequeña y llegó la mañana y él, que siempre fue más largo que una semana sin pan, no sabía que hacer para que la segunda cita estuviera asegurada y se inventó la excusa de que un amigo se había llevado su cartera pero que a la siguiente invitaba él ... Ella, que tampoco se quedaba corta, le vió venir pero piensó "que mono ..." y se dejó engatusar, pago el desayuno y hasta hoy, años después y con una hija preciosa de por medio, que han decidido casarse ¡Por fin!
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