Quería contaros cómo ha sido el gran día (parte I) aunque ya haré el post cuando hagamos la parte II. Desde que decidimos casarnos nos ha ido pasando varias eventualidades (y no siempre buenas) que nos llevaron a decidir hacer la boda en dos partes. La primera ha sido ahora, cuando hemos firmado los papeles y estamos oficialmente casados, y la segunda será en mayo que será cuando hagamos la fiesta.
Esta ha era la segunda vez que hacíamos el papeleo en el registro y conseguimos fecha para casarnos en la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid. Los dos somos madrileños; además, vivimos y nos conocimos aquí.
Por la mañana llegaron unos amigos a casa para ayudar a vestirnos y compartir ese momento con nosotros (y aprovechar para tomar unas mimosas). De ahí cogimos unos VTCs y nos fuimos a la Plaza Mayor, donde nos reunimos con los invitados.
Todo iba a pedir de boca, hasta que se acercaba la hora y empezaron los nervios… mi familia no llegaba, fueron a coger un coche y al final les ponían en espera, cancelaron y otra vez… así hasta que consiguieron uno y llegaron (por los pelos).
La ceremonia fue sencilla y bastante rápida (como todas las civiles) con los clásicos errores, ya que el concejal me hablaba a mi y miraba a mi marido y al revés, nos confundimos de anillos y yo le fui a poner a mi marido el mío y él el suyo a mi, el boli que no pinta…
Al terminar nos hicimos la foto de grupo y las fotos en el balcón con vistas a la plaza. La verdad es que impresiona bastante asomarte y ver la plaza llena de gente mirándote. Cuando bajamos y salimos nos cayó una lluvia de confetti y de besos.
Después mientras nuestra familia y amigos tomaba una cerveza, nosotros nos fuimos con la fotógrafa para hacernos fotos por la plaza (tarea bastante complicada porque la gente no entiende que estás en tu boda y que aunque ellos quieran hacerte fotos porque les parece curioso ver a unos novios y tal tú quieres hacerte las fotos e irte a tu rollo, pero bueno, con un poco de paciencia, lo conseguimos).
De ahí nos fuimos a comer a un restaurante junto a la Plaza, el Metro Bistró (c/ Imperial, 3) donde ya teníamos una reserva para todos. Todo estaba buenísimo y acabamos más que llenos.
Y para terminar, la juventud nos fuimos a tomar una copa en una terraza en la misma Plaza.
Fue un día sencillo, sin mucha parafernalia ya que todavía nos queda la parte II, pero no por ello fue menos emotivo y agotador. Sobretodo fue importante que el clima nos respetó y nos dejó hacer una boda cómoda y no tan fría ni pasada por agua.
Ahora vamos a por la Luna de Miel y a terminar de organizar el 18 de mayo.
❤️
