Buenas tardes a todas,
Os quería contar que estas navidades tuve mi cita con Pronovias para ver vestidos de novia y fue una súper mala experiencia.
Era el sábado 28 de diciembre y yo tenía cita previa desde hacía dos semanas. Acudí con mi madre, mi suegra, mis dos hermanas y mi cuñada. Tenía cita a las 11h y llegamos puntuales.
Al llegar vimos que habían ya novias provandose vestidos, pero como teníamos cita no me preocupé demasiado. Me dijeron que nos sentaramos y esperáramos un momento, que enseguida nos atenderían.
Habían dos dependientas y me di cuenta que las que ya estaban dentro tenían cita a las 10:30. En ese momento entró otra novia con un montón de amigas, que tenían cita a las 11:30h.
Cuando llevávamos treinta minutos esperando, nos quejamos a una de las dependientas y nos dijeron que ellas no saben cuanto tiempo va a tardar cada novia, por lo que teníamos que seguir esperando. Además, dos dependientas estaban de vacaciones. (pero esto no es razón para hacernos esperar, ya que ellas ya lo sabían y aún así cogieron citas)
Nos estábamos cansando muchísimo, ya que no todas nos podíamos sentar. Al final nos atendieron sobre las 12:00, una hora después de la cita. Me sentaron al lado de un ordenador para que fuera eligiendo los vestidos que quería, pero eso yo ya lo había hecho a través de su web, seleccionando los que me quería provar. Para las que no lo sepan, en la web pueden seleccionar los vestidos que te gustan y ellas en la tienda lo pueden ver. Cuando llamé al pedir cita, me dijeron que ellas lo podían ver y que no era necesario que me apuntara yo nada, ni que lo llevara impreso. Pero parece ser que no lo tenían preparado, así que tuve que volver a perder tiempo mirando otra vez todos los vestidos. Esto me cabreó aún más.
Me subieron a la parte de arriba y me fui probando los vestidos que acababa de decirle. Mis familiares estaban en una zona que tienen con un espejo grande, pero tampoco se pudieron sentar todas, porque no habíia casi sitio para todas. Yo iba saliendo y ellas me decían lo que les parecía.
Cuando llevaba dos vestidos probados, me dijo que tenía que atender a la novia que estaba esperando abajo, así que se fue para atenderla a ella, mientras yo me quedaba en el probador sola y con frío. Para el asombro de todas, esa novia tenia que mirarse en el mismo espejo que yo, así que nos ibamos turnando, pero mis familiares se quedaban allí mirando a la otra novia. ¿Por qué tiene que ver personas que no conoces los vestidos que te estás probando? LLega a pasarme a mí y me largo.
Bueno, al final salíamos de la tienda ¡a las 14 h!
Con la pésima atención que nos dieron, me quería ir, así que le pedí que me apuntara el precio del vestido que más me gustó entre los que me probé en una tarjeta y nos fuimos.
Ya les he mandado un email a la marca quejándome. Por supuesto, no me lo he comprado allí. Estaría loca al hacerlo.
Y cual fue mi sorpresa cuando al comentar esto mismo a algunas amigas, me dicen que cuando han ido ellas de novias o amigas, ¡les han servido café y cava! y a nosotras que nos dén. Una de ellas había ido la semana antes que yo. ¡Es muy fuerte! Estoy indignada.