Buenos días.
Es el primer debate que creo. Nuestra boda debería de haberse celebrado el 21 de marzo de 2020 después de año y medio de preparativos. Lo tenemos TODO en una habitación que, cuando entro, se me cae el mundo encima.
Decidimos posponer al 26 de septiembre y a día de hoy no sabemos qie hacer. Es muy difícil tomar una decisión a ciegas, porque nadie sabe qué va a pasar de aquí a septiembre o a principios del año qie viene. LA cuestión es... Arriesgar ahora o arriesgar más tarde? Después de tanto tiempo, dinero, ilusión y esfuerzo... Queremos una boda así? O la boda soñada? Nadie sabe cuándo volveremos a la absoluta normalidad y decidir así se me hace tan complicado que me Dan ganas de echarlo a cara o cruz. Ánimo a las que estéis en mi misma situación.