Tiaras o diademas:
Hoy en día se le llama tiara a la diadema, pero en realidad la tiara es una insignia de autoridad y símbolo del papado. El término adecuado es diadema, que se describe como un adorno del tocado con forma de media corona, abierta en la parte de atrás. La tiara fue en la antigüedad un gorro alto de tela o de cuero que usaban los persas. Más tarde pasó a significar el tocado usado por el Santo Padre, con tres coronas que indican su triple autoridad, como papa, obispo y rey. De todas formas, en el lenguaje popular, al tocado con forma de media corona se lo conoce más con el nombre de tiara.
Las tiaras tuvieron su origen en las coronas de laurel usadas por los antiguos griegos y romanos. Con el tiempo se empezaron a hacer con piedras preciosas, pero la clásica tiara de diamantes no apareció en escena hasta principios del siglo XVIII, cuando los diamantes fueron descubiertos en Sudáfrica.
Varias reinas, monarcas y princesas del siglo XIX usaban grandes tiaras, porque tenían que ser vistas por el pueblo desde grandes distancias y porque combinaban con sus suntuosos vestidos y mantos. Hoy en día, hay que tener cuidado antes de elegir una tiara demasiado grande, ya que la misma puede romper el equilibrio del atuendo de la novia.
Las épocas han cambiado, las coronas y las tiaras hechas con piedras verdaderas sólo se ven en los museos o en casamientos de la realeza, como el de la princesa Letizia Ortiz, por ejemplo, quien en su casamiento con el príncipe Felipe, usó la misma tiara que llevó la reina Sofía de Grecia, madre del príncipe, en su casamientc con el rey de España, luán Carlos. Pero hav algo que no se modificará nunca y que explica la vigencia de las coronas y de las tiaras, y es que, el día que se casa, a toda mujer le gusta sentirse una reina.