Hola,
Os voy a relatar a continuación la mala experiencia que hemos tenido en esta joyería donde mi pareja el 22 de mayo de este año me compró el anillo de compromiso. Como no hay forma de poner quejas negativas en la parte de proveedores y además este no está en este portal, pues no me queda más remedio que ponerlo aquí.
El 22 de mayo mi pareja me compró el anillo, el 24 de mayo me lo dió, pero como me quedaba grande lo tuvimos que llevar a cambiar por uno de mi talla. En junio me trajeron el de mi talla pero estaba mal, tenía manchas negras y se mandó a rodiar (es un baño que dan a los anillos de oro blanco para que parezcan más blancos y luminosos), con lo cual ni me lo llevé a casa ni nada, se fue directo de nuevo al taller.
Cuando me lo trajeron, a mediados de junio, estuve con él hasta agosto, mes en el que le salieron las manchas negras de nuevo, esta vez por otra parte (solo lo usaba para ir a trabajar en la oficina o salir a cenar, en casa estaba sin él y cuando iba al servicio no me lavaba las manos con él puesto, vamos, que lo trataba entre algodones). Estuvo en la joyería 3 semanas hasta que me trajeron uno nuevo el 11 de septiembre porque la pieza por lo visto estaba defectuosa y decidieron darme un anillo nuevo. Pues resulta que el nuevo que me dan estaba
picado y tampoco me lo llevé. Tenía dos marcas como si le hubiesen dado con una punta muy fina. En este momento os podréis imaginar el disgusto que me llevé y todo lo que le dije a la chica de la joyería, porque no me parecía ni medio normal. Estamos hablando de un anillo de oro blanco con diamantes, no de una alaja de los chinos (con todo mi respeto a las pobres tiendas de chinos y sus alajas 
). En ese momento le exigí el dinero, porque me parecía poco serio por su parte andar "vacilando" a la clientela. A parte del valor económico del anillo, está el valor sentimental, que se supone que es un anillo muy especial y para toda la vida!!! Para mi era más el valor sentimental que nada porque mi pedida fue un momento especial y ese era mi anillo, fue el que mi futuro eligió para mi.
Tras intentar calmarme la chica me dijo que el dinero no nos lo podían devolver, que me daban otro nuevo, que el próximo viernes fuera a buscarlo. Así que una vez más me fui sin mi anillo de compromiso. Y le dejé bien claro que como no estuviese en perfecto estado iba a la oficina del consumidor si se negaba a devolverme el dinero.
El pasado viernes 18 de septiembre vamos a buscar el nuevo anillo y de nuevo otra sorpresa, esta vez la pieza que me dan está rayada. Bueno, me echo a llorar allí mismo, mi cara un poema, un disgusto. Tenía la sensación de que me estaban vacilando porque se veía perfectamente, la dependienta tuvo que verlo porque aquello clamaba al cielo!!! Le dije que nos devolvieran el dinero inmediatamente porque ya se estaban pasando y sin rechistar nos lo devolvieron.
Así que estoy compuesta y sin anillo de compromiso. Me parece tan fuerte todo esto que la gente a la que se lo cuento no dan crédito. Yo no sé como en esa joyería pueden ser tan poco profesionales por no decir otras cosas más fuertes.
Siento una rabia... porque estoy segura que esos anillos irán a parar a los dedos de otras pobres mujeres que no se fijen bien si está todo en perfecto estado con la emoción del momento.
Así que todo lo bonito de la pedida, ese momento, se quedará ya solo en mi mente porque lo que es físicamente ya no está.
Ahora tendré otro anillo de pedida, pero no será lo mismo. La verdad que yo ya no lo quiero porque para mí el mío era el otro, y al haber vivido ya el momento y las sensaciones de que te pidan matrimonio es como que ya el segundo no tendrá magia, pero mi pareja se ha empeñado en que sí, que tenemos que comprar otro porque sin anillo no me quedo. El pobre está también con mal cuerpo, porque como fue él quien eligió el anillo en esa joyería se siente culpable.
Así que chicas, aquí está la historia de mi anillo de pedida. La foto me quedará para la posteridad también. En cuanto tenga el nuevo anillo la cambiaré.
Y por supuesto en esa joyería no vuelvo en la vida! Es que no quiero nada de ella ni regalado!
Siento el tostón, pero creo que era una historia digna de ser compartida.
Saludos.
