Nos casamos el pasado 4 de octubre de 2020 y he de deciros que fue uno de los mejores días de mi vida, de nuestra vida. Después de meses de incertidumbre y de unos últimos días de infarto (fue cuando confinaron Madrid 2 días antes y una de mis mejores amigas no pudo viajar), el día antes el padrino de mi novio estaba a la espera de PCR de su hermano y a todo esto con todo pagado en el restaurante. Pero nada de esto pudo con nosotros, desde el primer día sabíamos que celebraríamos la boda fuese como fuese porque el amor puede con todo y gracias a Dios ese día fue mejor aun de lo que lo habíamos planeado. Para ayudaros: mascarillas en la iglesia todos menos los novios, en el restaurante mascarillas en momentos de traslado y mesas de 6 (las tuvimos que modificar de 10 a 6 una semana antes). Fue una boda muy emotiva, con infinidad de sorpresas, lágrimas, risas... El baile fue sin pista, alrededor de las mesas pero no se echó de menos. Y bueno, la boda pasó de 120-130 personas a 83, con muchas bajas de última hora, pero quien quiere estar está y si falta por motivos excepcionales estará en vuestros corazones. Fuimos muy afortunados porque en Cataluña dos semanas después cerraron restaurantes, pero de verdad, no os desaniméis y si podéis haced la boda, sin duda, no os arrepentiréis!! Pese a ser boda covid nos han felicitado por ser una de las mejores bodas a las que han asistido (agradecer sin duda a Can Ribas que es todo profesionalidad y tiene una gastronomía inmejorable). Os dejo algunas fotos a falta de las oficiales y reitero: EL AMOR PUEDE CON TODO
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