Compre un vestido de novia en Pelegrin y Tardio, en Zaragoza. No se lo recomiendo a nadie. Son unos chapuceros y unos maleducados. Cuando te lo están vendiendo todo va fenomenal, la dependienta muy maja, todo son facilidades, hasta que has dado la señal y todo cambia. Me dejaron el vestido demasiado largo porque aunque yo me quejaba en todas las pruebas, ellas decían que se llevaba así de largo. El día de la boda, nada más salir de la iglesia me lo pisé y se rompió. Me eché unos buenos lloros y me perdí todo el coctel con los invitados por estar remendando el vestido. Además he tenido que cortar todas las fotos por abajo para que no se note el estropicio. Cuando fuí a decirles lo que me había pasado me tacharon de mentirosa, que todos los vestidos de novia acababan rotos (claro, al final de la boda, no nada más empezar) y poco menos que lo había roto a proposito. Vamos, que si no quereis que os arruinen el día de vuestra boda, no se os ocurra comprar en Pelegrin y Tardio.
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