El velo de novia es un complemento, que tiene sus orígenes en el siglo XVII, resulta indispensable para poner el broche de oro al look de la novia.
Tradicionalmente, la novia debía llevar la cara cubierta como símbolo de virginidad y pureza, además de señal de protección frente a los malos espíritus.
Hasta hace poco se ha seguido esta tradición y las novias llegaban al altar, del brazo de su padrino, con el rostro cubierto.
Hoy en día esta tradición está desapareciendo poco a poco, las tendencias en moda de novia o novio están en continuo movimiento y cada temporada se introducen estilos nuevos ya no sólo en la colocación del velo o mantilla de la novia sino incluso en los tejidos.
La variedad dónde elegir se hace más amplia y puede ceñirse mucho más a nuestros gustos o a nuestra personalidad. En ocasiones es preferible optar por un velo de novia corto o un sofisticado tocado de novia, especialmente si hablamos de una boda civil, lo cierto es que el usar o no velo ya no está regido por la tradición sino, exclusivamente, por el gusto personal de la novia.
Si los velos de novia tradicionales estaban confeccionados en tul ilusión, por cuanto al llevarse por la cara, era imprescindible una cierta rigidez, los velos actuales se confeccionan con tejidos más etéreos, ligeros, delicados y de gran caída y movimiento, aunque puede rematarse con detalles y blondas de encaje o cristal en su versión 'amantillada'. El tul de seda y tul de algodón ha desbancado al tradicional tul ilusión en los velos de novia.
Distintas formas de colocar el velo
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1. Llevar la cara cubiertaEs la opción más tradicional, antiguamente todas las novias aparecían con la cara tapada, dando ese toque de misterio.
Llevar así el velo permite el bonito momento durante la celebración de la ceremonia, en el que novio levanta el velo a la novia.
Si te hace ilusión, este momento no lo dudes, elige este tipo de velo de novia y colócalo en la parte alta de la cabeza para lanzar hacia atrás el resto del velo cuando descubras el rostro.
En este caso y si el velo es amantillado, ten en cuenta que la parte que cubre la cara debe tener derecho por los dos lados, para que una vez caiga por detrás no se aprecie el revés de la blonda.
Bajo el peinado
Una forma más actual es colocar el velo de novia debajo de un moño alto de forma que sea un detalle que cae del peinado y complementa el vestido de novia.
Esta opción la puedes adaptar a tu estilo y colocarla en diferentes alturas sobre la parte trasera de la cabeza para conseguir el efecto que más te guste.
Sobre el peinado
La colocación del velo de novia sobre el peinado permitirá que caiga sobre los hombros y los cubramos para sentirnos más vestidas en nuestro camino al altar, sobre todo con vestidos palabra de honor o muy escotados. Cuando este es el efecto que deseamos.
Esta forma de colocar el velo acompaña completamente los hombros de la novia creando un resultado muy favorecedor y dando luminosidad a la cara.
Estilo pirata
Esta forma de colocación del velo de novia, es una de las más originales y atrevidas. Se ha puesto muy de moda últimamente. Lo eligen aquellas novias que quieren llevar el clásico velo pero de una forma menos convencional, consiguiendo una estética vintage/años 20.
El velo pirata no es adecuado para todos los estilos de vestidos de novia ni favorece a todas las novias, por lo que hay que ser cuidadoso en la elección de esta forma de colocar el velo.
Hemos elegido estas imágenes como muestra de lo favorecedor que puede resultar si va acorde con el vestido y peinado de novia.
Incorporado al peinado
Esta forma de colocación del velo de novia es de lo más actual, el velo en lugar de sujetarse con una peineta, lo coloca la peluquera a base de fruncidos quedando totalmente integrado en el peinado de novia. Así lo vimos en la última boda real de Luxemburgo.
En la elección del velo de novia que elijas, ten en cuenta que debes ser tu misma, y debe ser adecuado al vestido de novia y peinado que hayas elegido. Se trata de un complemento que realza el vestido que llevas y siempre recomendable para bodas religiosas.