Abro este debate porque estoy realmente enfadada con el trato recibido en Rosa Clará, concretamente, en la tienda de la calle Arenal de Madrid. Soy de Zaragoza, y como la tienda de mi ciudad todavía no está abierta, me trasladé a Madrid porque vi en la web varios vestidos que me gustaban y no quería comprar mi vestido sin verlos.
La dependienta que nos atendió apenas nos hizo caso, fue realmente desagradable y estuve en la tienda menos de 15 minutos, ya que se ocupó de probarme los vestidos con exagerada rapidez y sin nigún tipo de interés.
Me parece increible que personas así puedan estar atendiéndonos.