Como dice bien el título os vengo a contar mi despedida de soltera que fue algo agridulce. En principio el plan era que mis amigas y damas de honor me organizaran la despedida pero después de 4 meses de intentos, no se ponían de acuerdo y se iba a decidir no hacer nada.
Por lo que al final cogí las riendas del grupo secreto y dije que yo iba a coger unos vuelos a alicante para poder descansar de la boda y el trabajo un poco, que quién se apunte, bien, quien no, no pasa nada. O incluso daba opción a hacer algo por cerca de casa (somos de Pontevedra). Dicho esto, se formó él siguiente plan: El 17 de mayo comería un brunch como una de mis damas que no podía venirse a Alicante pues tiene una bebé de 11 meses y sigue con LME. Luego a la noche cogeríamos, yo y otra de mis damas, el avión hacia Alicante que haría una escala de 9h en Madrid donde cenaríamos e iríamos de fiesta con una amiga que tengo en Madrid y una de mis damas que también reside en Madrid y luego volveríamos a coger el avión hacia Alicante las dos solas donde tendríamos el boat party reservado y luego improvisaríamos. Pues bien. Todo iba bien, el brunch delicioso, pude jugar con la bebé y ponerme al día con mi amiga. Luego fui con mi otra amiga la aeropuerto donde nada más llegar sacó una bolsa secreta donde me esperaba un disfraz de hawaiana con una banda de la mejor novia. Así que me disfracé y todo el aeropuerto iba gritando: VIVA LA NOVIA Antes de coger el avión me llama mi amiga de Madrid que no va a poder venir a la cena que está vomitando (al decir la vdd, la pobre llevaba con una gastro unos días atrás pero confiábamos que se le pasara... Pues no 🙃). Así que le escribí un WhatsApp a la dama que tenía en Madrid para que avisara al restaurante que solo éramos 3. ¿Y que creéis? Cuando aterrizamos en Madrid y nada más quite el modo avión de mi móvil me llegan audios de la dama de Madrid, que no viene. Que para ser 3, que pasa. No me lo podía creer, pensé que sería una broma. Le escribí WhatsApps pero no respondía. Así que mi amiga y yo decidimos ir a la consigna a dejar las maletas para poder ir tranquilas por Madrid. Una vez dejadas las maletas, empecé a llamar a mi dama de honor para que pudiera decirme la dirección del restaurante para pillar el Uber. Que ingenua... Si ha no me había contestado a los mensajes, ¿Por qué pensaría que me iba a coger las llamadas? Efectivamente, nada. Por más que llamaba, no me cogía las llamadas. Entraba al WhatsApp (se veía el en línea) y se salía. Se lo dije a mi otra amiga de Madrid, la que estaba enferma, y la pobre con audios nos iba diciendo de sitios donde podíamos cenar y salir de fiesta. Concretamente, nos dirigió a calle serrano para poder cenar que entre el tráfico y demás llegamos a las 23:40 y ningún restaurante de la zona nos daba ni un triste bocadillo ya que la cocina cerraba a las 24:00 y ya estaban limpiando 🙃. Así que tuvimos que cenar un bocata pedido por un glovo en la acera. Y mientras la gente seguía diciendo que viva la novia (me parecía un poco humillante ese momento, la vdd). Luego intentamos ir al Morris donde nos querían clavar 35€ sin consumición (que para nosotras es una barbaridad, estamos acostumbradas o a entrar gratis o pagar como máximo 10€ y con consumición). Del Morris fuimos al Green donde pagamos 20€ pero al menos con dos consumiciones. Y allí pasamos la noche hasta que nos tocó volver al aeropuerto. Llegamos a Alicante, fuimos a nuestro Airbnb y dormimos un poco la mona. Ya que a la 13:00 teníamos boat party, donde lo pasamos muy bien, la verdad. Comimos, bailamos, yo hice el ridículo haciendo desafíos, nos bañamos, conocimos gente de otras despedidas y así seguimos. Salimos con esas otras despedidas por discotecas de tardeo. Luego nos fuimos a cenar y salir de fiesta. Esa noche la pasamos muy bien, la verdad 🥰Al día siguiente, el domingo, fue más relajado. Desayunamos y fuimos a la playa hasta que nos tocó volver a coger el avión para volver a casa. Así que como veis, no ha sido ni de lejos mi despedida soñada. Y en su momento sentí mucha rabia e impotencia pero haciendo vista atrás, me lo pasé muy bien con mi amiga. Intento hacerme evadir en todo momento y que me lo pasará bien y es lo que me llevo 🥰
Aquí cenando en Madrid en la acera.
El brunch con mi amiga y su hija.
En el boat party
* La dama de honor de Madrid ya no es dama de honor. Pues al día siguiente me envió un mensaje inútil, literalmente el siguiente; hola gordi, lo siento. Me quedé dormida. Que no me lo creí, la vdd. Además que es la segunda vez que me lo hacía. Pues en la primera prueba del vestido me dijo que me iba a acompañar. Llegado el día, lo canceló, dijo que no podía venir pero que sin embargo a las 18:00 que fuera a Gran Vía y que nos tomábamos algo. Sabéis quién espero 30 min para nada, no? Además de que alguien tampoco cogía las llamadas ni los mensajes y tmb mandó un mensaje al día siguiente sin disculpas 🙃.Así que una vez vuelto de la despedida, cordialmente, le dije que estaba invitada a dejar se ser dama de honor ni de venir a la boda. Pues estás faltas me parecían muy graves ya hacía mi persona 😅*
