No encuentro vestido

No hay vestido para mí, soy yo. No me tenía que haber metido en esto. Voy a hacer el ridículo. Todos estos y más pensamientos me han robrñdado la cabeza.
Gracias a Dios encontré vestido y quiero con este post ayudar a aquellas que puedan para por mi situación. Cuando estaba desesperada busque en el buscador justo el nombre de este post, por eso espero que algún día alguien evite pasar por todo esto.

Soy una persona especial, desde siempre he tenido una autoestima baja. Primero por bullying en el colegio, luego poder otras situaciones... La gente menos las personas que me conocen de verdad se sorprenden que quiera ponerme un vestido de novia cuando toda la vida he soñado con ello. Esto me hace pensar qué tal vez no muestro en mi vestimenta mi verdadera forma de ser.
Fui con la familia a una primera tienda. Error. Desde el minuto uno me sentí mal. Cuando dije que iba llevar unas zapatillas preciosas que vi hace años y siempre supe que serían mi calzado de boda la chica me miro con una cara de asco... Me preguntaron lo que quería y tras explicarlo empezamos a probar. Desde el minuto que me puse el primer vestido me sentí ridícula, disfrazada. Nada tenía que ver conmigo, con lo que había tratado de expresar. Si me disfrazó de payaso me hubiera sentido mejor. Me veía fea, inapropiada, algo indescriptible. Intentaba decir lo que quería y no me entendía, me decía que eso no existía, que me tenía que centrar, que no iba a encontrar eso. Y seguía sacándome vestidos con los que cada vez me sentía menos identificada. Su cara era de molestia, la mía no sé que reflejaría.
Salí de allí pensando que no había vestido para mí. Qué el problema era yo. Con nada me veía bien nunca. ¿Cómo pensé que con este vestido si? Estuve un mes sin probar vestidos, con miedo, ansiedad, tenía pesadillas, pánico, lloraba, me quería casar pero sin vestido. Quería renunciar a lo que había soñado por lo vivido ese día.Lo retomé obligada, va pasando el tiempo y no lo puedo dejar.Cogí una cita con miedo, el trato fue maravilloso, pero nada me convenció y eso reforzó la idea de que nada me iba a quedar bien, pues aunque el trato cambiará no lo veía claro.
Llegó el día, casi sin pensarlo entre en una tienda, tenían disponibilidad. Era un atelier, me probé el primer vestido y todo cambió.me veía bien, no era lo quería pero me veía bien. Probamos varios y uno parte de este, otra de aquel me siento yo, me siento feliz y comprendí que no era yo, que no soy yo.Cogí la última hora y estoy segura que aquella mujer querianirna su casa, con su familia, estaba cansada y además esos vestidos no eran para mi. Con todo el mundo no encajamos pero hay que buscar. Y si, hay vestido para todas. Estoy deseando probarme el final y por favor, si has llegado hasta aquí, no desistas. Lo vas a conseguir.