Hola chicas, me casé este verano! y la verdad, todavía me cuesta asimilar lo poco que pude disfrutar en mi boda.
Soy muy introvertida (ojo, no tímida). Me agobio alrededor de mucha gente, y además odio ser el centro de atención. (combinación fatal para una boda, lo sé).
Yo sabía que quería una boda pequeña y super intima pero no hubo manera. A pesar de que luché muchísimo con mi madre, suegra e incluso mi marido, no pude hacer nada por reducir la lista de invitados a un nivel que me hubiera hecho sentir cómoda. (es un tema de nuestras familias, nada fácil)
Resultado: boda mucho más grande de lo que quería, abrumada por la cantidad de saludos, fotos que la gente se venía a hacer con nosotros etc. Encima, no pude bailar mucho porque cuando llegó el momento me sentía mareadísima, me dio una bajada de tensión fuerte supongo que de los nervios y la ola de calor que nos pilló ese día.
La cuestión es que me he quedado un poco triste, porque siento que el día voló (eso lo dicen todas las novias), pero en mi caso además creo que me vino grande el evento y no estaba hecho a mi medida. Y con el currazo que me pegué para organizarlo, me he quedado un poco triste.
Disfruté mucho de la ceremonia, eso sí, porque era "nuestra y de nadie más". Pero el cocktail, cena y fiesta se me hicieron bola.
Creo que las introvertidas me entenderéis, me encantaría oir otras historias.. y espero que no me juzguéis
Un abrazo a todas