Hola de nuevo a todos! Tras el éxito del primer post me animo con un segundo, por lecciones aprendidas no será! Me encanta que nuestras no-tan-buenas experiencias sirvan a otros en su organización Sin más preámbulos, estas son otras lecciones aprendidas para que escarmentéis en nuestras cabezas:
9. Adelantar lo que se pueda. Básicamente me mentalizaría de que las dos semanas antes de la boda no existen, y todo lo que se pueda "quitar de en medio" esos días mejor, porque luego , de verdad, surgen infinidad de cosas y se vuelven días muy estresantes. En mi caso concreto pienso en los regalos especiales para invitados, hicimos algunos en concreto para mi padrino, algunos primos y tal, personalizados. Al final los tuvimos que buscar a las prisas, no encontrábamos tampoco un papel de regalo adecuado para la ocasión... podría haberse quedado eso hecho 6 meses antes y no habría pasado nada. Se me ocurre igual con las pegatinas, las cestas de los baños...
10. Adelantar lo posible la conversación con el sacerdote o la persona que oficie la ceremonia; y me refiero concretamente a conocer cuanto antes los detalles logísticos. A nosotros nos citaron la misma semana, y te confías porque has visto mil bodas y dices "qué me contará nuevo" pero de verdad que cuando te explican desde el punto de vista de los novios y sus padres la ceremonia, el protocolo etc, te encuentras con muchas cositas que hay que preparar/tener en cuenta. Yo no sabía que el libro de firmas lo tenían que diseñar y llevar los novios, o que había que pensar en qué soporte se llevan las arras que haga fácil derramarlas y luego guardarlas, quién lleva qué cosa de casa a la iglesia, o quién las guarda después, quién le da las cestas de flores a los niños, dónde se ponen luego (las nuestras se perdieron)... mil cositas. Todo eso lo tuvimos que hacer/imprimir/ decidir/delegar en esos últimos 5 días y sólo nos añadió estrés.
11. Enterarnos antes de los trámites legales y empezar los que se puedan. En nuestro caso nos sorprendió que la cita en el Registro Civil para la "fe de vida y estado" nos la dieron como 3 meses después de pedirla, y eso es imprescindible para casarse, dependerá de la ciudad y tal, claro, pero no sobra adelantar eso lo posible para quitárselo de en medio por si acaso. La partida de bautismo de mi marido también fue una movida conseguirla porque él es extranjero, en fin, si hubiéramos sabido eso antes nos habríamos quitado preocupaciones.
12. Pensar más en mí. Nosotros tuvimos todo el peso de la organización (mi prometido y yo) y durante todos esos meses, salvo para cosas más obvias (vestido, peluquería y poco más) pensaba en todo y en todos menos en mí. Y me encontré a 2 semanas de la boda y no me convencían para nada mis pendientes, no tenía ropa interior, ni la barra de labios de retoque que quería, ni había decidido cómo quería las uñas, ni me había hecho el blanqueamiento dental que quería, ni la mascarilla hidratante para la cara.... cosas así. La última semana vi a una tía mía, le dije de pasada que no me convencían mis pendientes, y me dijo "Cómo va a ser eso? La novia eres tú, tienes que estar contenta y sentirte como una princesa, cómo no vas a estar convencida de tus complementos en tu propia boda? Nos vamos de compras ahora mismo" . Y os juro que se me saltaron las lágrimas porque hasta ahí no me di cuenta de lo que me había despriorizado todo ese tiempo, y lo que echaba en falta ese empujón tan cariñoso. Y el resto de la tarde delegué todo lo que tenía que hacer (decoración del sitio sobre todo) y me fui con ella y fue increíble. En fin, que no hay que llegar a eso, si os parecéis a mí, pensad más en vosotras que es vuestro día!
13. Pensar en la música de los momentos especiales sin prisas. En la fiesta el DJ sabrá hacer su trabajo en cuanto sepa los estilos musicales que tenéis, así que yo no le dedicaría tanto tiempo a una playlist de canciones para la fiesta (nosotros hicimos una al final de 3h que no sirvió de nada jajaj) y pensaría más tranquilamente en las canciones clave: las de los momentos de la ceremonia (hay más de lo que creéis), la de entrada al banquete, la de la entrega del ramo, la del vals (hay mil) si lo bailáis... en fin, las que veáis.
14. Punto especial respecto a la organización del día de la boda en sí:
- Haced un cronograma minuto a minuto de todo lo que va a pasar y compartidlo con vuestra familia cercana + damas de honor, etc. Ayuda muuucho. Haciéndolo también se os ocurrirán mini-decisiones que es bueno tomar de antemano (quién pone los libritos de ceremonia en los bancos? quién guía a los invitados al bus? quién reparte los abanicos?...).
- Para la novia: aseguraros de que el día de antes se limpia muy muy bien todo el suelo de la casa, y de la salida, porque haciendo fotos vas arrastrando el vestido (el mío tenía cola y velo) y, aunque mi madre había limpiado y es concienzuda, no sé de dónde saqué polvo y tenía la cola sucia antes de salir de casa. Momentazo. Luego no se nota en ninguna foto, que no cunda el pánico, pero bueno, os imaginaréis...
- Por seguir con el tema fotos, mi GRAN recomendación: 1º) No quitéis tiempo, parece que 2 horas es mucho para la sesión, no lo es, os lo prometo. Se pasan volando. 2º) Pensad BIEN, en frío y con tiempo, qué fotos queréis antes de salir, y preguntad a la familia también. Tened una lista donde sea y pedidlas al fotógrafo. Nosotros nos dejamos guiar, y las fotos son muy buenas, pero mirándolas tranquilamente echamos en falta posados MUY tradicionales, y simplemente no caes en el momento con tantos nervios y emoción. Un primer plano mío, una foto de mis padres, una foto sola con mi hermano... parecen obviedades pero no caes. También es que ese día el cerebro está en modo supervivencia y tampoco da para mucho, por lo menos en mi caso jajaj.
Esto aplica también a posados con gente querida en la fiesta. Si alguien os importa mucho, buscad un posado con ellos porque, a pesar de que los fotógrafos no paran de echar fotos, os podéis encontrar con que en prácticamente ninguna salga esa persona especial (y salgan mal o lejos en las pocas que estén), como nos ha pasado con mis tíos abuelos.
- Tened un neceser específico para la boda. Yo pensé que era una frivolidad y usé el mío de siempre... mal. Porque la mañana de la boda es un añadido súper innecesario y estresante tener que "montar" el neceser antes de salir, y al haber estado los días anteriores sacando y metiendo cosas, se pierden algunas. Tened en cuenta que la mañana de la boda por muy zen que estés, es caos en casa. En mi caso no encontré ni los imperdibles para recogerme la cola, ni el pintalabios de retoque y tuve que improvisar soluciones.
- También sobre la mañana de la boda (yo es que me casé a las 12h30): piensa en quién y cómo te hará el desayuno, porque tú no estarás para esas cosas pero tienes que comer. Dale una vuelta a qué desayunar que te de energía pero no te deje el estómago pesado. En mi caso tuve la suerte de que mi hermano surgió de la nada con fruta pelada y cortada, y una tostada de mantequilla de cacahuete, que te da energía para todo el día vaya.
Bueno, no me enrollo más por ahora, espero que os sirva y que sigáis disfrutando de todo, que luego pasa y poco a poco solo se recuerda lo bueno, ya veréis..! Abrazos novias y novios