Me hace mucha ilusión contaros cómo fue nuestra pedida, pero para que podáis conocernos un poco más, empiezo contando cómo nos conocimos y cómo llegamos hasta ese momento taaaan especial!
Pascu y yo nos vimos por primera vez en el gimnasio. Comenzamos a entrar a las mismas clases y poco a poco fuimos cruzando palabras. Un día le busqué por Instagram (¡¡benditas redes sociales y lo rápidas que somos cuando queremos!!!).
Cierto es que me habló él primero y en seguida me invitó a cenar. Después de un par de citas donde todo fue bien, me prestó una camiseta de baloncesto para el gym. ¿Os suena Jordan? Pues me la cargué en la secadora... (Lo sé, no tengo remedio). La verdad yo no estaba convencida de tener una relación, así que antes incluso de devolvérsela (¡¡¡qué miedito!!!) le dije que mejor quedábamos como amigos, que yo no quería nada con nadie (¡¡qué pereza da empezar de cero cuando no se tienen las cosas claras!!). Total, que el pobre se quedó "chof" y lo peor fue que antes de esa conversación él ya había encargado un ramo de rosas que llegaría al día siguiente a mi trabajo (¡Tierra trágame y escúpeme en el Caribe!). Tiempo después me contó que intentó cancelarlas como pudo pero que le fue imposible. Así que allí me vi yo, con las flores, la camiseta estropeada y una vergüenza imposible. ¡Lo tenía todo!
Mis Rosas
Después de tanta "cagada" vi necesario dar la cara. Así que me planté debajo de su casa para hablar con él, darle las gracias y pedirle disculpas. Bueno, en realidad le di las gracias y le dije que por qué no seguíamos conociéndonos. Lo de la camiseta me lo guardé, se la devolví sin más y meses después me tocó saldar cuentas, pero esa es otra historia diferente. Seguimos conociéndonos un par de meses más hasta que oficialmente me pidió ser su novia. Es que me ha tocado un chico romántico, ¡qué le voy a hacer!
Pedida novios
Justo al año, decidimos que era hora de casarnos y aunque ya teníamos todo en marcha porque me lo pidió un día los dos solos en casa, decidió que quería hacerlo de una forma muy especial. Así que en época de Hogueras de San Juan en Alicante, uno de sus mejores amigos que suele montar una barraca, algo así como una fiesta al aire libre con Dj y muchas más cosas, nos invitó a pasar por allí. Aquel día iba con mis hermanas y unos amigos que teníamos de visita en casa. Total, que en un momento dado la música se para y de repente oigo a mi chico hablando por el micrófono llamándome al escenario. Aquí sí que lo primero que pensé fue: !Dios mío, dime que no es él!
No porque no quisiera, sino porque había tanta gente y la mayoría desconocidos que creí que me daba algo. Todas esas miradas centradas en nosotros.... Solo de pensarlo, me daba pánico. Empezó a entrarme un calor por todo el cuerpo que no era normal. Yo le veía a él allí arriba. Él a mí no, claro. Encima llevaba un vestido negro, tengo el pelo moreno y soy bajita. Entre que era de noche y la multitud, ni yo me habría reconocido. Pascu siempre dice que tardé una eternidad en llegar allí, que él pensaba que no subiría. La verdad es que no solo me costó llegar por toda la gente, sino que iba a dos por hora caminando. Sentía que flotaba y claro, mientras caminaba, nadie aún sabía quién era yo. Tampoco es que abrieran paso ni yo lo pedí. Hasta que llegué a la parte baja del escenario y entonces él me vio. Nos vimos y nos sonreímos. Sé que respiró tranquilo, que dentro de él pensó "¡menos mal!". El público expectante ya se olían lo que iba a hacer y, para qué engañarnos, yo también. Me ayudó a subir y no dudó en decir por el micro:- Aunque ya lo sabes, te quiero y quiero que pasemos el resto de nuestra vida juntos. ¿Te quieres casar conmigo?
Y ahí sí, se agachó, hincó rodilla, me derretí de amor, me emocioné, me tapé la cara y lo ayudé a levantarse.
- ¡Sí quiero!
Pedida matrimonio
¿Cómo no iba a querer si es lo mejor que me ha pasado? Es quien más me aguanta, me ayuda, me soporta, me hace reír y con quien soy feliz. El uno para el otro, dicen...
Dos locos
Recuerdo como al bajar de allí todo el mundo nos felicitaba. Ya no pasaríamos desapercibidos en toda la noche. Pero, ¡qué noche más mágica y qué bonito poder compartirlo con las personas que allí tenía!
¿Alguna historia tan loca como la mía?