Muchas de las mujeres que llegan a una joyería a elegir unos pendientes de novia tienen dudas a la hora de escoger los más adecuados. Y no es una cuestión económica, ya que el surtido de pendientes para boda en plata como en oro es muy extenso. Pero varios factores son los que determinan el éxito de este pieza: la forma de la cara, el vestido de novia, el tipo de recogido y el velo.
Los pendientes de novia pueden ser pegados, cortos o largos en oro blanco o plata. De brillantes o circonitas, acompañados de perlas si queremos. Pero, ¿cuáles son los pendientes de novia perfectos?.
En primer lugar, tenemos que saber cuáles son nuestras preferencias personales. Los pendientes de novia largos suelen ser una opción vistosa y elegante. Pero no todas las mujeres se ven con ellos puestos. En este caso, un cuajado de brillantes en forma de roseta con cierre de presión para que queden centrados en la oreja, da luminosidad a la cara, muy importante en ese día especial en que es el reflejo de la felicidad.
Pero no suele ser la opción más acertada por una razón importante: la mayoría de las novia llevan velo. El velo, como un semirecogido hacen que éstos pierdan protagonismo. Por lo que el pendiente largo es la mejor alternativa.
Sólo aconsejo los pendiente de novia muy grandes a mujeres que tengan el cuello largo con un vestido descotado, en forma de barco o palabra de honor. Si no, se crea un efecto que no es deseable. En el primer caso, por que los pendientes tocan con el hombro (parece que nuestro cuello es más corto de lo que realmente es y hace la cara más redonda). En el segundo, por que los pendientes queda en una amalgama con el velo, pelo y vestido sin destacar. Por tanto, unos pendientes de novia de largo corto es la mejor opción.
Las perlas vuelven con mucha fuerza en los pendientes para novia, ya que hasta hace poco, se han considerado que dan “mal fario” en la relación. Pero unos pendientes de novia con diamantes y terminados en una perla, redonda o en forma de lágrima quedan muy elegantes. La perla concentra las miradas de los invitados al proporcionar claridad al rostro. Es una pieza más clásica, por lo que podrás ponértelos en más ocasiones sin ningún problema.
Pero si tu vestido es sencillo, con escote y puedes llevar un pendiente largo, es la elección perfecta. En oro blanco o plata (la plata envejecida encaja muy bien para vestidos con toques románticos) y piedras. El abanico de posibilidades es muy extenso. Sólo tienes que encontrar tu estilo: estilo minimalista, de filigrana, con diamantes o circonitas….Sólo hay que probrártelos y lo encontrarás.
