Hola chicas!
Hace unos meses escribí un debate para intentar animar a todas aquellas novias que nos estamos viendo afectadas por la Pandemia de la COVID-19. Hoy me gustaría compartir con vosotras otra reflexión ya que, dadas las circunstancias, cuesta mucho mantener la llama de la esperanza encendida (sobre todo estos días, en los que las noticias y evolución de la crisis sanitaria no ayuda).
Soy novia de junio de 2020 aplazada por tercera vez a agosto de este año, 2021.
Si pudiera resumir en una frase el aprendizaje que ha calado en mí, después de estos meses tan duros por los que todos estamos pasando, sería (aunque sea un tópico): DISFRUTA EL MOMENTO. Al fin y al cabo, hagamos lo que hagamos y pase lo que pase a nuestro alrededor, el tiempo sigue pasando.
En la mayoría de casos nos pasamos la vida esperando el momento perfecto para todo; para estudiar en el extranjero, para hacer ese viaje tan importante, para casarnos, para tener un hijo...pero la realidad es que nunca será el momento perfecto porque, básicamente, la perfección no existe. Creo que la perfección la marca cada persona.
Yo soy una chica muy pasional y romántica que lleva toda la vida imaginando y esperando con ansias el día de mi boda, como si de un cuento se tratase. Por eso, no puedo negar que me gustaría una boda como las de antes del COVID (¿Y a quién no?). Pero, lamentablemente, nuestra vida y nuestras decisiones no dependen sólo de nuestros actos sino de lo que pase a nuestro alrededor, por eso considero esencial saber adaptarse a las circunstancias para ser FELIZ.
Las cosas cambian, evolucionan, se tuercen y creo que lo importante es hacer aquello que nos dicte el corazón y valoremos lo que es importante. Para mí, hoy en día, poder darme el "Sí, quiero" con el que ya debería ser mi marido ya es un cuento en sí (hayan mascarillas, restricciones de horarios, geles por las mesas y ciertas restricciones). Al final, ¿Qué son unas mascarillas? ¿Qué son los botes de gel? ¿Qué es el tener que cambiar ciertas cosas? todo esto no deja de ser algo material, lo demás es lo más valioso de todo.
Quiero puntualizar que entiendo que estamos en una situación muy crítica y que puede ser que nos encontremos frente a restricciones que afecten incluso a los familiares más allegados o incluso al propio transcurso de la ceremonia (por ejemplo, restricciones de movilidad como las de ahora). Por eso, sé que hay ciertos casos en los que sería inevitable volver a aplazar una boda.
También decir que respeto totalmente tanto a las que han mantenido su boda en 2020, como las que se casan este año, como las que no se fían y prefieren dejarlo para 2022 o más adelante. De hecho, de eso se trata, de que cada pareja priorice lo que para ella es más importante. Aun y así, en este caso, estoy intentando animar a aquellas chicas que mantienen su boda para este año y tienen la mínima duda de si están haciendo o no lo correcto.
Nunca sabes lo que puede pasar y creo que, mientras las circunstancias lo permitan, debemos intentar aprovechar el presente y adaptarnos a lo que venga. Al final, lo más bonito de una boda es el AMOR que se respira, todo lo demás son extras (muchas veces, en mi opinión, sobrevalorados).
Sigamos el curso de la vida y que venga lo que tenga que venir porque estamos por encima de todo y lo único que marcará nuestra felicidad es nuestra ACTITUD.
¡Ánimo chicas!