Hola chic@s!
Nos tendríamos que haber casado el 21 de marzo de 2020 y el 13 de marzo (una semana antes!!!!) tras la declaración del estado de alarma tuvimos que cancelar nuestra boda por culpa del covid-19. En ese momento pensábamos que íbamos a ser unos de los pocos y buscamos una fecha rápidamente para octubre de 2020.
Nosotros a principios de marzo empezamos a hablar con los proveedores para ver las condiciones de cancelación y cambio y algunos de ellos no nos lo ponían fácil. Así que pese al estrés, la angustia y la presión social decidimos seguir adelante hasta que la boda entrase en fuerza mayor, en ese momento los proveedores si que nos dieron todas las facilidades del mundo. Nosotros no teníamos wedding planner ya que yo me dedico a la organización de eventos y bodas y me hacía ilusión hacerlo yo como si fuese un evento más y para el día de la boda había pedido a una compañera mía que me ayudase con la supervisión de los detalles, coordinación de los autobuses para invitados, etc. Creo que la figura de la wedding planner es clave para las bodas y sobre todo para que todos los detalles salgan a la perfección sin imprevistos y para que los novios no tengan que estar pendientes de nada el día del enlace. ¿Qué opináis vosotr@s?
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