Me casé hace menos de un mes y no dejo de darle vueltas a una cosa que nos pasó con uno de los proveedores. Escribo nuestra experiencia para que al menos a vosotras no os suceda. Mi consejo: NO CONTRATÉIS a Grup Limousines (Sant Boi). Una vergüenza. Para resumir: lo únicocorrecto en todo el servicio fue llegar puntual y avisar de que estaba abajo. A partir de ahí fue de mal en peor. Para empezar, nos subimos al coche y lo primero que hace el chófer es preguntarnos cómo se va a la iglesia. Cuando uno alquila un coche con chófer espera le lleve al lugar acordado de antemano, sea dónde sea, pero más si el lugar es tan conocido como el monasterio de St. Cugat. Pues iba con una hoja de papel impresa de Google... y ya nos ves a novia y padre indicándole el camino. No creo que eso sea plan, la verdad... Entre pitos y flautas llegamos allí un cuarto de hora tarde. No valió con indicarle dónde me tenía que bajar, me tuve que poner seria, puesto que se resistía a dejarme en la plaza del monasterio alegando que allí le habían dicho que le multaban. Yo le dije por activa y por pasiva que había hablado con la Guardia Urbana, con el Ayuntamiento y con la parroquia, y todos me habían dicho que si el coche iba engalanado como coche de boda contaba con el permiso para estacionar allí durante la ceremonia. Cosa que tampoco veo lógica tener que estar hablando en ese momento, cuando ya se habían dado direcciones de destino e instrucciones claras días antes. Al final accedió, pero no os perdáis lo que viene después. Por si ya no estaba poco contenta, no se le ocurre otra cosa que ¡pedirnos que le paguemos el servicio en el momento de entrar en la iglesia! Todavía no me lo creo... ¡Qué falta de delicadeza! Le pagamos, con cara de bobos... en el momento en que salen novia y padre del coche a la llegada a la iglesia, fotógrafos grabando, dama de honor ayudando, invitados esperando... No era el momento, desde luego. Pero no acaba ahí... Salimos de la iglesia y ¿dónde está el coche? El señor, ni corto ni perezoso, se había ido a donde le había dado la gana con su tozudez, y búscalo. Resultado: ni un invitado llegó a ver el coche. Un Rolls Royce Sedanca clásico, que debía ser el broche de oro de la boda, y lo esconde detrás de la iglesia. Además sabiendo que estaba yendo en contra de la voluntad de los clientes. No contento con esto, se dedicó a molestar a nuestros fotógrafos (que tenían que estar sacando fotos) dándoles prisa y diciéndoles que es que él tenía que irse a otro servicio y no tenía todo el día. Eso fue nada más salir de la iglesia, cuando lo habíamos contratado para irme a buscar, llevarme a la iglesia, y despues llevar a los novios al convite. En total, según él 4 horas que cumplían a las 20h y esto sucedía a las 18h. Más tarde nos confesó que tenía que estar en el aeropuerto a las 20:15 y por eso tenía prisa, pero como comprenderéis, ese no era nuestro problema. La broma nos costó 550€. Para que nos tratasen así, me parece fatal. Pero aún hay más. Cuando escogimos este modelo de coche, lo hicimos porque (a parte de las limos, que no nos gustaban para una boda) este era el único coche (ya no modelo, porque tienen otro Sedanca con el interior renovado que no lo permite) en el que se puede brindar con cava. De hecho, está incluido en el precio. Las copas y sus servilletas estaban preparadas pero cava no había; y eso que tanto mi marido como yo habíamos llamado para asegurarnos de que lo pusieran. Cuando vimos que no había se lo comentamos al conductor, el cual intentó convencernos de que no iba cava en ese coche. Y al insistirle, acabó soltando un maleducado "queréis cava?" se va al maletero y vuelve "pues toma" y me alarga el brazo con un benjamín caliente. ¿Es o no es para enfadarse? Le exigimos que fuese a buscar hielo y volvió con una bolsita diminuta que depositó en la cubitera de mala gana, no los cubitos, sino la bolsa con los cubitos, cutre no: lo siguiente. Para no tener que limpiar para el siguiente servicio. ¿Es que nosotros no somos clientes igual que los siguientes? ¿Por qué este mal trato y mal servicio? La consecuencia de tanta prisa que tenía fue que acabó perdiendo el tiempo discutiendo con nosotros y amargándonos algunos de los momentos más bonitos del día, cosa irrecuperable e inindemnizable. Teníamos que llegar al aperitivo a las 19h y acabamos llegando a las 20h y sin haber hecho las fotos correspondientes en el claustro del monasterio porque el señor tenía prisa. Cada vez que lo recuerdo me pongo de mal humor porque nos arruinó algunos de los momentos más importantes de nuestra boda: la salida de la iglesia, los primeros momento a solas de los novios después de casarse, la ilusión de la llegada a la iglesia, las fotos. No se puede echar marcha atrás, el mal ya está hecho, y por el prestigio que dicen que tienen y el precio que te hacen pagar, os aseguro que por mucho que quieras que todo salga bien en un dia tan importante, con esta empresa no lo conseguiréis.
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