No me gusta escribir para compartir penas, pero necesito desahogarme y sé que aquí me entenderéis mejor que nadie. Nosotros nos casábamos el 27 de marzo, y por motivos que todos conocemos tuvimos que aplazarlo. Fijamos la nueva fecha en septiembre (aconsejados por médicos, que nos decían que antes de julio no lo hiciéramos), y cada vez veo todo más complicado.
Llevamos años aplazando la boda por temas económicos, y decidimos que de este año no pasaba. Planeamos una boda sencilla pero con muchos detalles, solo con la gente más allegada. Ahora vemos todo muy complicado. Hemos renunciado ya a muchas cosas en la boda, hemos reducido al máximo y después de tantos años no queremos esperar más. Pero es pensar en casarnos con mascarillas y buuufff... se nos viene el mundo encima. Hemos hablado con el ayuntamiento y nos dicen que intentarán que al menos nosotros no la llevemos, pero aún así ver a los invitados con mascarilla en las fotos... es recordar para siempre toda esta maldita pandemia. 15 días antes de la boda nos cancelaron la boda, la luna de miel... También nos ha afectado mucho en el trabajo, y seguimos pendientes de que nos devuelvan el dinero de la luna de miel (por lo que tampoco podremos hacerla en septiembre).
Mi chico está muy nervioso, distante y de mala leche continua. Ha llegado un punto en el que ya no sé ni si debo casarme. No puedo evitar pensar si todos los problemas son señales para que no cometamos un error. Llevamos mucho tiempo viviendo juntos y nunca hemos tenido ninguna discusión fuerte, pero toda esta situación me está desbordando.
¿Qué opináis vosotras de todo esto? ¿Qué haríais? ¿Seguiríais adelante o haríais caso a las señales?
Perdonad el tostón, pero necesitaba soltar todo. Gracias