Chicas!!
Hoy he caído en que no os he contado algo que me ha ocurrido y de lo que me he dado cuenta con el tiempo.
Resulta que el día que fue a comprar mi vestido, como la mayoría sabéis, tuve una mala experiencia en primer lugar en Atelier de Bodas: Experiencia Atelier de bodas.
Resulta que durante esa primera visita mientras veíamos la catástrofe de vestidos nuestros ánimos caían.... mi tía y mi mejor amiga se pusieron a buscar vestidos en el móvil con la idea que íbamos teniendo de lo que me gustaba y me quedaba bien. Bien, ambas encontraron el mismo modelo y se lo enseñaron entre ellas sorprendiéndose de que fuera el mismo y le gustase a ambas.
Me lo enseñaron y la verdad verdadera es que no me entusiasmó.
Vale, hago un inciso, a todo esto, yo iba a ver vestidos teniendo unos pendientes favoritos, esperando a elegir vestido para ver si el estilo y demás combinaba, claro está.
En otro post los puse, son el modelo Pendientes Lucía- Las Cucadas de Ana
Resultó que el vestido que encontraron ambas por el móvil y que, a priori no em gusto mucho, lo vimos en la segunda tienda y me lo probé por contentarlas y porque en verdad no me disgustaba, sólo que no me encantaba.
Llegados hasta aquí, ¿Qué creéis que pasó? jaajajajaj Correcto! no os equivocáis, me enamoré y fue y es mi vestido. Perooooo..... resulta, que el diseño del pendiente es exactamente igual que unas hojitas bordadas que tengo en la parte de arriba del vestido...
¿No os parece maravilloso? poco a poco y hablando del tema, llegué a la conclusión de que ese vestido y esos pendiente estaban destinados a mí....
A día de hoy sigo imaginándome en el espejo con el vestido y soñando con todo el conjunto enamorada de ellos y desenado que llegue el día de volver a ponérmelo.
¿Os ha pasado algo parecido en todo este estresante, maravilloso e ilusionante proceso? Os leo!