"En casa de herrero, cuchillo de palo", pues eso me pasa. Estoy diseñando mis invitaciones, porque soy diseñadora y me dedico, entre otras cosas, a este tipo de labores, y me pasa que estoy diseñando las tarjetas de mi boda y nada me gusta.
¿Cómo puede ser que todo lo que hago para otros me guste y les guste, y lo que hago para mí, no me guste? De verdad, ¿qué broma psicológica es esta? Así estoy desde hace meses, que no termino las dichosas invitaciones.
Vosotr@s, ¿tenéis claro cómo las queréis? ¿Habéis contratado a una diseñadora o las diseñáis por vuestra cuenta?
Me estoy planteando darle la tarea a una buena amiga, diseñadora también, y olvidarme... Pero me haría ilusión hacerlas yo.
Las tarjetas son algo muy especial, representarán lo que será ese día, representarán a la pareja y su estilo, y creo que yo soy la persona idónea para hacer mis propias tarjetas de boda, o creía... ¿Qué me recomendáis?
¡Gracias comunidad de novias/os!