Buenos días a tod@s! Hoy vengo a dejaros una reflexión a la que llevo días dando vueltas, y es que la situación actual me ha dado lecciones muy importantes respecto a las bodas. Nosotros nos casamos en formato íntimo el 1 de agosto de 2020 y la celebración la hemos dejado para 2021 (pongo link al post donde conté nuestro día https://comunidad.bodas.net/debates/casados-en-2020-celebracion-en-2021--t721741).
Lo más importante que he aprendido es que lo más especial, emotivo e inolvidable de una boda ni se compra ni se planea. No depende de tener la decoración más bonita, la comida más rica ni a los mejores músicos amenizando el día. Lo realmente importante es casarte con tu pareja, esa persona que da tanto sentido a tu vida. Somos muy afortunados de contar con esa persona, de planear una vida en común y de tener EL AMOR en nuestras vidas, y eso no hay virus que se lleve por delante. Lo que recordaré para siempre son nuestras sonrisas, nuestra complicidad, las miradas y la emoción infinita, y eso no nos lo va a quitar ninguna pandemia.
Es verdad que teníamos planeado una boda a lo grande, con todo detalle, pero ahora sé que todo eso es secundario. Claro que tendremos nuestra celebración cuando recuperemos una relativa normalidad, pero ahora mismo no puede sentirme más afortunada de haberme casado con el amor de mi vida.
Soy de las que ha llorado mucho cuando nos tocó posponer la boda, aunque finalmente solo hemos pospuesto la celebración, aún así había días que parecía que no tenía consuelo. Y lloré hasta el día de antes de la ceremonia, y ahora pienso que para qué lloraría tanto si a él le seguía teniendo. Y llegó el día de casarnos y me levanté de otra manera, optimista y muy feliz, ya que iba a casarme con él . Pasamos de 200 a apenas 20 invitados, no nos vestimos con nuestros trajes (y os aseguro que me sentí igual de novia aunque no llevara vestidazo), no tuvimos música en directo, ni cóctel, ni fiestón pero es que ni siquiera lo echamos de menos. No nos importó porque no podíamos estar más felices ni emocionados, por fin nos convertíamos en marido y mujer. Nos teníamos el uno al otro y a todos nuestros seres queridos y eso es más que suficiente. Aún hoy nos dura la sonrisa.
Con esto no quiero decir las novias 2020 no merezcamos un bodorrio ni una gran celebración, ni que no sea una parte también importante, sino que quedémonos con lo más bonito que podemos tener, el amor. Quiero mandar un mensaje de ánimo y optimismo, porque lo más importante lo tenemos y las bodas aplazadas y celebraciones ya llegarán y las disfrutaremos el doble. Y a las que celebráis este año, intentar no disgustaros ni sufrir en exceso porque ese día se os va a olvidar todo y tendréis uno de los días más felices de vuestras vidas.
Un abrazo