Juana Roig, hija del presidente de Mercadona, contrae matrimonio con Álvaro Otero 12.05.13 - POR MARTA PALACIOS |Juan Roig acompaña a su hija Juana mientras sale del coche. / Juanjo Monzó
Aún faltaban diez minutos para que el reloj marcara las siete de la tarde y con semblante relajado y muy sonriente apareció en la iglesia de San Nicolás de Valencia Álvaro Otero Pérez. Y lo hizo del brazo de su madre, María Luisa Pérez de la Cruz.
El novio lució impecable un smoking de color negro y la madrina escogió un magnífico Lorenzo Caprile de color azul intenso de manga larga y hombros cubiertos. Igual de elegante estuvo el padre del novio, Eduardo Otero, jefe de equipo de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico.
Álvaro y María Luisa entraron en la iglesia bajo un manto de cumplidos. Él esperó paciente durante cuarenta y cinco minutos a que llegara la que más tarde se convertiría en su mujer. Juana Roig Herrero apareció con puntualidad británica, y dentro de lo previsto (se nos citó a las siete y media de la tarde).
El coche, un vehículo de alta gama en color gris, aparcó delante de la larga alfombra blanca que para el momento se instaló ante las puertas de la iglesia.
El primero en bajar fue Juan Roig, presidente de Mercadona. Él se encargó de abrir la puerta a su hija y de ayudarla con el vestido, un espectacular y bellísimo diseño de Marta de Diego.
Un total de 30 metros de tul de seda, 18 metros de encaje de Caláis y 300 plumas daban forma a un impresionante traje lleno de bordados con cristal, cuentas de microperlas y una fina cadena de plata. El estilista Tono Sanmartín fue el artífice del peinado, un semirecogido que Juana decoró con un tocado de Antonio Romero.
Y se dirigieron a la iglesia visiblemente emocionados, con paso firme y un sinfín de miradas llenas de ternura. Tanto que justo antes de entrar, Juan Roig apretó fuerte el brazo de Juana y se sonrieron. Fue el primer gesto cómplice (de otros muchos más) de una tarde llena de emoción para ambas familias. Juan Roig casaba a su hija pequeña.
Antes de que la novia cruzara la puerta de la iglesia de San Nicolás, familiares y amigos de la pareja se felicitaban (e inmortalizaban el momento con sus cámaras) por tan especial día.
Hortensia Herrero, madre de la novia, llegó con un increíble vestido color azul de Marta de Diego, diseñadora por la que también optó su hija Hortensia Roig. Las otras dos hermanas de la novia, Carolina y Amparo, eligieron Chapeau y Tot-Hom, respectivamente.
El toque entrañable recayó en los tres pajes: Lucía Klein (sobrina del novio) y Juan Cabedo y Juana Paula (sobrinas de la novia), que no pararon de juguetear.
También se pudo ver emocionados a los tíos de la novia, Fernando Roig junto a su mujer, Elena Negueroles; a Francisco Roig, junto a Magdalena Melchor; a Trinidad Roig y a Amparo Roig, junto a su marido, Andrés Morata.
La ceremonia religiosa fue oficiada por José Martínez, párroco de la iglesia San Alberto Magno y Virgen del Camino de Valencia, y contó con las voces del Coro Ciudad de Valencia, que interpretó varias piezas.
Ya cogidos de la mano y después de darse el 'sí quiero', todos se desplazaron para continuar con la celebración hasta l'Hemisfèric, donde seis bailarinas del Conservatorio Profesional de Danza de Valencia, bajo la dirección de Gema Casino y Rafa Darder, dieron la bienvenida a los invitados. Jesús Barrachina fue el responsable del catering, mientras que Flores Feliú se encargó de la decoración, tanto de la iglesia como del edificio de Santiago Calatrava. Acompañando a los novios, un total de 550 invitados.