Viendo varios debates y encuestas me he dado cuenta de que cada vez la gente tiene menos en cuenta los detalles con los invitados. Parece que solo importa el ahorro o sacar el mayor beneficio posible. Nosotros hemos hecho todo por y para nuestra gente. Fotomatón para ellos, detalles para disfrutar durante la boda (ej. Abanicos), regalos para todos de recuerdo, sorteo de cestas de ibéricos... Queremos que todo el mundo lo pase genial y lo recuerde siempre. Obviamente, cada uno tiene un presupuesto y tiene que ceñirse a él; pero nosotros (sin un gran presupuesto) hemos dado más importancia al disfrute de los demás que a otras cosas. ¿Realmente las bodas se están convirtiendo en un negocio?