Hola a todos.
Como es lógico tenemos muchos debates abiertos por este tema. Y he decidido escribir porque creo que por el bien de todos deberíamos de dejar de preguntarnos "si nuestras bodas podrán hacerse o no" y sé que esta frase os puede molestar a muchos, porque vuestros sentimientos están a flor de piel, pero no es mi intención en absoluto.
Mi boda se aplazó a tan solo 18 días de celebrarla, pero hubo gente que les quedaba menos de una semana... nos ofrecieron algunas opciones dentro del año 2020 y sinceramente escogimos finales de agosto porque tampoco nos dieron muchas fechas a elegir... a día de hoy sigo/seguimos pensando que tal vez tampoco podamos hacer la boda, pero no porque sea negativa, sino porque la situación actual no me deja pensar otra cosa... En nuestro caso tomaremos decisiones cuando sea necesario, posiblemente finales de julio, pero hasta entonces permaneceremos a la espera con tranquilidad, al igual que lo vivimos la otra vez. Nosotros, por ejemplo, empezamos a prepararnos a mediados de febrero, éramos conscientes de la realidad, sabíamos que antes o después nos llamarían y nuestro día no tendría lugar. Da muchísima rabia, de hecho algunas novias de marzo nos estuvimos escribiendo por privado intentando animarnos unas o otras, pero sabíamos lo que ocurriría.
Y os preguntaréis, vaya... si has cambiado la fecha y crees que no podrás celebrarla pues ¿para qué la cambias a agosto y no te fuiste al 2021? Pues en primer lugar porque no tuve opción en ningún momento para hacer un cambio al 2021, en segundo lugar porque esta situación es muy cambiante y no sabemos que pasará ni ahora ni dentro de 3, 4, 8 meses, es que no lo sabemos, por eso creo que hay que saber esperar y hay que intentar vivirlo como cada uno necesite expresarlo, quien precise llorar que lo haga, lo que necesite, es normal y lógico. Pero creo que nuestras bodas deben celebrarse en un contexto tranquilo y sin peligro y cuando dejemos de ver a nuestros sanitarios desbordados... seguro que cuando los vemos por las noticias o hablamos con aquellos que conocemos que están en la primera línea de batalla, el celebrar o no una boda se queda en lo último de nuestros deseos.
Solo pido calma y tranquilidad.
Lo que pasará de aquí a unos meses no podemos saberlo.
Dependemos de La Ciencia más que nunca y del buen hacer de todos nuestros sanitarios (muchos no abrazan ni a sus hijos o se han tenido que ir a vivir a otro lugar, a mí esto personalmente me parece durísimo) y de otras tantas profesiones que están trabajando sin descanso. Todos estamos viviendo situaciones difíciles, por eso me gustaría deciros que intentemos ver la celebración de nuestras bodas como el resultado del fin de un periodo lleno de tristeza, incertidumbre y mucho dolor y por tanto como el inicio de una nueva etapa para todos, sea cuando sea, da igual, lo importante es que lo celebremos con todos los que queremos que estén.
Cuidaros mucho y ánimo.