Pensando en las novias de invierno, que es lo que empieza a tocar por las fechas (maravillosas) que vienen, me ha venido directamente a la mente esa prenda con la que pocas se atreven o se la plantean (o simplemente dices mira no, esto no es lo mío) y viendo el título no os tengo qué decir sobre lo que estoy hablando.
Se ven pocas, muy poquitas novias con ellos, en mi mente antes de empezar con todo esto de la boda no podía asociarlos con otra cosa que no fuera un look antiguo o incluso anticuado de novia, hasta que comencé a ver propuestas de diferentes estilos y mi percepción ha cambiado viéndolos como un complemento que le puede dar ese toque chic, moderno y cambiar el carácter del look final; entonces en su día me los planteé y a día de hoy tengo bastante clara la decisión sobre si llevarlos o no, (ya veréis qué ocurre) en mi caso, será una boda primaveral pero hay que saber que no es una prenda limitada a los meses de frío: puede ser un buen aliado contra las bajas temperaturas o siendo confeccionados en un tejido ligero, simplemente un complemento más que viste y que puede incluso completar tu look en un vestido sin mangas.
Los podemos encontrar de todos los tejidos, terciopelo, satén (clasiquísimo), tul, con perlas a juego del velo o la capa… y también de todas las formas y tamaños, largos, cortos, medio brazo…es decir, que no será por falta de opciones.
Os dejo algunas ideas por si os animáis con ellos o simplemente para reafirmaros en que no os gustan.
Un abrazo a todas ♥️M.
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